lunes, 13 de junio de 2011

Una terapia para cambiar a un niño 'femenino' creó un hombre compungido


Foto from agencialavoz.org


Kirk Andrew Murphy parecía tener todos los motivos para vivir.
Cursó la escuela, tuvo una carrera exitosa de 12 años en la Fuerza Aérea y después de prestar servicio obtuvo un puesto importante en una empresa financiera estadounidense en India.
A pesar de eso, Kirk Murphy se suicidó en 2003, cuando tenía 38 años. Un compañero de trabajo lo encontró colgado de un ventilador en su departamento en Nueva Delhi. Su familia ha luchado durante años para comprender lo que sucedió.
“Solía pasar mucho tiempo pensando en por qué se quitó la vida a los 38 años. No tiene ningún sentido para mí”, dijo Maris Murphy, la hermana de Kirk. “lo que pienso ahora es que no se cómo aguantó tanto tiempo”.
Tras la muerte de Kirk, Maris comenzó una investigación que la llevó a desenterrar un oscuro secreto de familia. El secreto salió a la luz durante una conversación telefónica con Mark, su hermano mayor, que mencionó su desconfianza a cualquier tipo de terapia.
“¿No recuerdas toda las estupideces por las que pasamos en la UCLA? Le preguntó a ella. Maris era demasiado joven para recordar los detalles, pero Mark lo recordaba vívidamente.
Buscando una vida normal
Kirk Murphy era un brillante chico de cinco años que vivía en Los Ángeles en la década de los 70. Era el segundo de tres hermanos, Mark de ocho años y su pequeña hermana Maris, un bebé de nueve meses. Su madre, Kaytee Murphy, recuerda la naturaleza amable de Kirk. “Era un niño muy inteligente y muy, muy dulce”. Pero estaba preocupada.
“Bueno, creo que me preocupaba verlo jugar con muñecas y esas cosas”, dijo. “Jugaba con juguetes para niñas y probablemente se estaba volviendo un poco afeminado. Se peinaba y dejaba su cabello largo y esas cosas. Simplemente me preocupaba que quizá estaba volviendo muy afeminado”.
Su madre también dijo que le preocupaba y quería que Kirk creciera y tuviera una “vida normal”. Entonces Kaytee Murphy vio a un psicólogo en la televisión local. “Decía cosas como si tu hijo prefería jugar con juguetes para niñas en lugar de juguetes para niños", recordó.
El doctor estaba en la televisión ese día, reclutando muchachos para un programa financiado por el gobierno en la Universidad de California, en Los Ángeles.
“Bueno, él es un experto, pensé, probablemente deba llevar a Kirk”, dijo Kaytee Murphy. “En otras palabras, cortar de raíz, antes de que vaya más lejos”.
Kirk se convierte en Kraig
Kaytee Murphy llevó a Kirk a la UCLA, donde fue tratado principalmente por George A. Rekers, un estudiante de doctorado en ese tiempo.
En el estudio de Reker se documenta su terapia experimental: escribe sobre el chico al que llama “Kraig”. Otro investigador de géneros de la UCLA confirmó que “Kraig” era el seudónimo para Kirk.
El estudio, publicado posteriormente en una revista académica, concluyó que después de la terapia, el comportamiento femenino había desaparecido y que “no se podía distinguir de cualquier otro niño”.
“Kraig, creo, era el ejemplo de que Reker estaba apoyando a pequeños niños”, dijo Jim Burroway, escritor e investigador que ha estudiado el trabajo de Reker.
“Nos habíamos preguntado dónde estaba Kraig”, Muchos de nosotros hablábamos de eso. ¿Dónde se encuentra ahora? ¿Es un hombre casado o es gay? O específicamente si sabía que Reker había escrito sobre él, dijo Burroway.
“Encontré 17 artículos distintos, libros, capítulos, que él escribió y donde hablaba de Kraig”.
El trabajo de Reker con Kirk Murphy le ayudó a construir una carrera de tres décadas como un experto a nivel nacional para la prevención de que los niños se volvieran homosexuales, una carrera como campeón contra la homosexualidad que posteriormente sería manchada por un escándalo embarazoso.
Los experimentos
En la terapia en UCLA se incluía una habitación especial con dos mesas donde el comportamiento de “Kraig” era monitoreado, según el estudio.
“Había una ventana de un solo lado para observación y algunos días lo dejaban escoger la mesa a la que iría”, dijo Maris, quien ha leído sobre los experimentos.
En una mesa, Kirk escogería entre lo que se consideraba que eran juguetes masculinos, como pistolas de plástico y esposas, y lo que se consideraban juguetes femeninos como muñecas y una cuna de juguete. Del otro lado de la mesa, Kirk podía escoger entre la ropa de niños y una rasuradora eléctrica o artículos como joyería de fantasía y pelucas.
De acuerdo con el caso de estudio, a Kaytee Murphy le dijeron que ignorara a su hijo cuando jugara con juguetes femeninos y que lo halagara cuando lo hiciera con juguetes masculinos.
“Ellos prácticamente le dijeron que no era correcta la manera en que era, pero realmente nunca le explicaron cuál era el problema. Lo hicieron a través de juegos”, dijo Maris.
Rekers escribió que Kirk trataba de llamar la atención, incluso haciendo rabietas, pero la orden era que la madre se mantuviera firme.
Duras golpizas
En casa, el castigo por un comportamiento femenino cada vez se volvía más severo. Los terapeutas instruyeron a los padres de Kirk para utilizar fichas de póquer como sistema de premios y castigos.
De acuerdo con el caso de estudio de Reker, se le daban fichas azules cuando se comportara de forma masculina y eso le daría premios como caramelos. Pero las fichas rojas, otorgadas por comportamientos femeninos, tendrían como resultado “castigos físicos, como que su padre le diera nalgadas”.
Mark dijo que se le pidió participar en el sistema de fichas como una forma para que Kirk sintiera que el sistema estaba bien.
La familia dijo que las nalgadas eran duras. Maris recuerda “muchos cinturonazos”. Ella escapaba de los gritos yendo a la cama para “acostarse en su cuarto con la almohada en la cabeza”. Después, iba a la habitación de Kirk y “se acostaba y lo abrazaba, y simplemente nos acostábamos ahí, y la cosa que más recuerdo es que él nunca mostró enojo. Simplemente estaba aturdido”.
Durante un castigo particularmente duro, recuerda su madre, su esposo “nalgueó” a Kirk “ tan duro que tenía moretones en toda su espalda y nalgas”. Ella recuerda a su hijo Mark diciendo, “Llora más fuerte, y él no te golpeará tan duro”. Ella dice, “hoy en día, eso sería abuso”.
Algunas veces Mark intentaba proteger a su hermano, para que las golpizas fueran menos duras. “Tomé algunas de las fichas rojas y las puse de mi lado”, dijo Mark mientras las lágrimas salían de sus ojos. Pero las golpizas seguían siendo frecuentes.
El número de fichas rojas apiladas se convirtió en una señal del nivel de tensión en la casa. Cada día cuando regresaba a casa, Mark solía ver las fichas entre la sala y la cocina.
“Veías y era como ¿Cuántas fichas hay hoy? ¿Qué sucedió? ¿Qué cambió? ¿Qué tan malo va a ser? Y siempre era malo. Todos los viernes por la noche había golpes. No había forma de librarse de ello”.
El tratamiento clínico de Kirk duró 10 meses, pero la familia dijo que algunas técnicas y prácticas del mismo duraron más tiempo en casa.
Diferente de todos los demás
Mark Murphy recuerda vívidamente una fotografía de un joven y sonriente Kirk, de cuatro años, tomada un año antes de que comenzara la terapia.
“Este es mi hermano, Kirk Andrew Murphy, justo aquí”, dijo Mark, señalando la fotografía. “esta es la manera que debía ser, justo aquí”, dice Mark sollozando. Mark dijo que la foto muestra la última vez que recuerda a su hermano como un niño feliz.
Maris, quien era muy joven para recordar a Kirk cuando fue a terapia, dijo que sólo lo conoció después de su tratamiento.
“(La terapia) dejó a Kirk totalmente convencido de que estaba roto, que él era diferente de todos los demás”, ella recuerda. La madre de Kirk dijo que ella cree que la terapia experimental destruyó la vida de Kirk.
“Los culpo a ellos de la forma como resultó su vida”, dijo. “Si una persona provoca la muerte de otra persona, no importa si lo hace en 20 o 50 años después. Es igual que el asesinato según yo”.
Por supuesto, el motivo real por el que alguien se suicida es difícil de conocer, si no imposible. Las acusaciones de la familia de que la terapia de Reker provocó que Kirk se quitara la vida son solamente eso, acusaciones.
Cuando Reker no respondió a las repetidas solicitudes de CNN para una entrevista, los productores de CNN lo localizaron en Florida para preguntarle sobre las acusaciones de la familia Murphy.
“Bueno, yo creo que científicamente sería equivocado asumir que fue la terapia, pero lo siento por los padres ahora que me das la noticia. Creo que es muy triste”, dijo.
Reker señaló que la terapia había sido tomada décadas atrás. “Eso es mucho tiempo, y para sacar hipótesis, tienes una que dice que hubo un tratamiento positivo en los 70 tiene algo que ver con lo que sucedió décadas después. Esa hipótesis necesitaría mucha investigación científica para ver si es válida. Dos psicólogos independientes de mí lo evaluaron y dijeron que estaba más adaptado después del tratamiento, así que esa no es mi opinión”, dijo.
Uno de los psicólogos ya murió, el otro, el doctor Larry Ferguson, dijo a CNN que evaluó a Kirk Murphy como adolescente. Dijo que su familia estaba bien adaptada y que no vio ninguna señal de alerta cuando evaluó a Kirk. Pero Maris Murphy dice que Kirk mintió en los que lo examinaron. “Él se encontraba condicionado para decir lo que querían escuchar”, dijo.
Reker dijo que no podría dar detalles específicos sobre el tratamiento de Kirk Murphy, citando la confidencialidad médico-paciente. Para él, el fondo del asunto es que la terapia tenía la intención de ayudar.
“Yo sólo quería ayudar, hacer lo mejor que pudiera para los padres, y he escrito artículos que también puedes ver, con el raciocinio de nuestro tratamiento. Y el raciocinio fue positivo para ayudar a niños, ayudar a los padres que venían con nosotros con su pesar preguntándose: ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestro hijo a estar mejor adaptado?”, dijo Reker.
Karl Bryant, un profesor de estudios de género y sobre la mujer en la Universidad Estatal de Nueva York en New Platz, también fue enviado a UCLA cuando era un niño, como parte de un estudio diferente para niños afeminados.
Bryant dijo que piensa que la parte más trágica de la historia de Kirk es la gente “intentando hacer algo bueno, intentando ayudar … incluso de una manera errónea, que terminó con resultados negativos para la gente”.
Bryant ha estudiado la historia del trabajo hecho con niños con comportamiento sexual opuesto y dijo que los estudios son complejos.
“Yo nunca he intentado quitarme la vida o pensado en suicidarme”, dijo Bryant. “Pero me puedo identificar con el dolor del sentimiento de querer ser algo y que otra gente quiera que seas de una manera que no eres”.
Homosexualidad no deseada
Reker, que condujo la terapia de Kirk, llegó a construir una carrera de influencia basada en la premisa de su investigación de que la homosexualidad podía ser prevenida.
Se convirtió en miembro fundador del Family Research Council (Consejo de Investigación Familiar), una organización basada en la fe que cabildea en contra de los temas de derechos para los homosexuales. También fue miembro del consejo de la Asociación Nacional para el Estudio y Terapia de la Homosexualidad, una organización de científicos que dicen que su misión es ofrecer tratamiento para aquellos que luchan con lo que ellos llaman homosexualidad no deseada.
“Él es visto por algunos como un experto, tú sabes, cuando… cuando sirve a sus propósitos”, dijo Bryant. “Tú sabes, grupos básicamente conservadores a los que yo llamaría en su mayoría marginales”, que tienen en Reker su modelo a seguir”.
Justo el año pasado, terminaron los días de Reker como campeón antigay cuando contrató un acompañante masculino para un viaje a Europa.
Reker niega cualquier contacto sexual con el acompañante. Dice que no es gay y alega que no estaba al tanto que su compañero ofrecía favores sexuales en internet hasta después del viaje. Asegura que lo contrató únicamente para que cargara sus maletas. Pero los periodistas que destaparon la historia del viaje dicen que vieron a Reker empujar el carrito de equipaje en todo el aeropuerto de Miami, donde le tomaron la foto.
Después de que se destapó el escándalo, Reker renunció a NARTH y el Consejo de Estudios Familiares dijo en un comunicado que no habían tenido contacto con Reker en más de una década. Puede que su reputación entre los que se oponen a la homosexualidad esté disminuida, pero su investigación sigue siendo citada en libros y revistas.
En 2009, en el libro del que Reker es coautor, Handbook of Therapy for Unwanted Homosexual Attractions (Manual de terapia para atracciones homosexuales no deseadas), cita el caso de Kraig como un éxito. Eso fue seis años después de que Kirk se quitó la vida.
Para Maris Murphy, hay más en la historia de lo que se ha escrito en los casos de estudio sobre su hermano. “La investigación necesita que se agregue un epílogo”, dijo. “Este es Kirk Andrew Murphy, él era Kraig y era gay y se suicidó”.
“Quiero que la gente recuerde que este era un niño pequeño que merecía protección, respeto y amor incondicional”, dijo su hermana. “No quiero que sea recordado como un experimento científico. Él era una persona”.
Por Scott Bronstein y Jessie Joseph from CNN.com  09 de junio de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.