miércoles, 4 de septiembre de 2013

La dimensión energética de Siria: mucho más que 50.000 barriles de petróleo al día

 
 
Todas las miradas se dirigen a Oriente Medio. No solo por la posible intervención de Estados Unidos en una guerra civil, la que enfrenta desde hace dos años en Siria al ejercito de Bachar al Asad con los opositores al régimen, sino por las implicaciones que puede tener para la recuperación de la economía mundial que el conflicto se contagie a los países de alrededor. No en vano, la región representa alrededor de un 35% de la oferta mundial de crudo y la participación de países como Irán podría provocar el corte del estrecho de Ormuz, por donde circulan 17 millones de barriles diarios, el 20% del comercio global, disparando el precio del petróleo.
 
De hecho, la sola amenaza de que un escenario así se pueda producir ha catapultado la cotización del oro negro esta semana hasta firmar máximos de seis meses por encima de los 117 dólares en el caso del Brent y de dos años en el del Texas, que ha llegado a superar los 110 dólares. El problema no es Siria, ya que su producción apenas representa un 0,5% del suministro mundial, con 50.000 barriles diarios, sino su ubicación estratégica entre los mayores productores de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petroleo (OPEP).
 
Y es que lindando con Siria se encuentra Iraq, que produce 2,989 millones de barriles al día y tan solo Jordania separa al país de Arabia Saudí, que con 9,696 millones de barriles al día encabeza el grupo de naciones petroleras del Golfo Pérsico, entre las que se encuentra Emiratos Árabes Unidos, con 2,877 millones de barriles, Kuwait, con 3,011 millones de barriles, y Qatar, con 722.000 barriles. Además, Siria es un enclave fundamental, ya que por su territorio pasan numerosos gaseoductos y oleoductos, y es la salida al Mediterráneo. 
 
Pero el verdadero riesgo reside en los apoyos que tiene uno y otro bando. Mientras Arabia Saudí, junto a las naciones petroleras del Golfo, apoyan la intervención de Estados Unidos y han venido apoyando a los rebeldes para ganar más peso en la región, suministrando armas a los rebeldes, Irán (3,721 millones de barriles al día), Rusia (10,45 millones de barriles al día) y China apoyan al régimen alauita y no dudarán en tomar cartas en el asunto en el caso de un ataque. De hecho, Rusia ya ha llevado buques de guerra al Mediterráneo. 
 
Ante este panorama, las firmas de análisis ya han comenzado a hacer sus apuestas sobre el comportamiento del crudo y, por ejemplo, desde Société Générale avisan de que el Brent que cotiza en Londres podría dispararse hasta los 150 dólares, su nivel más alto desde julio de 2008, si el conflicto se extiende a otras regiones de Oriente Medio y ocasiona cortes en el suministro. De hecho, Libia ya ha dicho que la producción ha descendido por debajo de los 200.000 barriles al día, el nivel más bajo desde el levantamiento en 2011 contra el dictador Muamar al Gadafi.
 
"El miedo es que un ataque sobre Siria tendrá repercusiones en toda la región, lo que aumenta el contagio a otros países y, posiblemente, provocará una interrupción del suministro que es mayor en otros lugares", explica Michael Wittner, director de análisis del mercado de petróleo de Société Génerale. "Si el flujo no se corta, los precios aún pueden subir hasta los 125 dólares en los próximos días", concluye.
 
María Igartua  31/08/2013 (06:00)
 

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