El problema fundamental con las contraseñas radica en
que tienen su máxima efectividad para proteger a una empresa cuando son largas,
complicadas y se cambian con frecuencia. En otras palabras, cuando es menos
probable que los empleados las recuerden.
Como consecuencia, las firmas de tecnología se apresuran
a brindar soluciones que sean más seguras y convenientes. Muchas computadoras
portátiles ahora vienen con lectores para huellas digitales incorporados. Los
teléfonos inteligentes y otros aparatos, también están abriendo opciones
biométricas como reconocimiento facial y de voz.
El año pasado Apple Inc. adquirió
AuthenTec Inc., un desarrollador de tecnología de sensores de huellas digitales,
y la semana pasada anunció que su nuevo iPhone tendrá un sensor para huellas
digitales. Microsoft Corp. sostiene
que su sistema operativo Windows 8.1, que se conocerá el mes próximo, está
"optimizado para datos biométricos basados en huellas digitales". La
comprobación de autenticidad por medio de datos biométricos se podrá usar para más fines dentro del sistema, dice la compañía.
Mientras tanto, Google Inc., PayPal
Inc., Lenovo Group Ltd.y
otras empresas unieron fuerzas en una organización conocida como la Alianza FIDO
(siglas en inglés para Identidad rápida en línea), que busca crear estándares
para la industria con datos biométricos y otras formas de la llamada
autenticación fuerte.
Google también está experimentando con una nueva clase
del dispositivo de hardware conocido como token, creado por la firma
californiana Yubico Inc. Al igual que los token tradicionales que generan
contraseñas numéricas al azar y que las empresas usan desde hace años, los
aparatos de Yubico generan contraseñas temporales que son usados como segunda
forma de autenticación de identidad.
Pero en lugar de tener que leer la contraseña del token
y teclearla, los empleados pueden simplemente conectar el token a un puerto USB
o apoyarlo sobre un aparato móvil con comunicación de campo cercano, una
tecnología a través de la cual se comunican los aparatos electrónicos al hacer
contacto físico.
Google está probando dispositivos token con sus
empleados este año, y planea ofrecerlos a los consumidores a comienzos del año
próximo como una forma de ingresar a Gmail y otras cuentas de Google con mayor
seguridad.
Mayank Upadhyay, director de ingeniería de seguridad de
Google, afirma que los token son fáciles de usar y tienen un sólido cifrado.
Otra opción nueva, de RSA, la división de seguridad de
EMC Corp. y la
creadora de los populares token SecurID, es la autenticación basada en el
riesgo.
Esta tecnología analiza grandes cantidades de datos de
usuarios de varios grupos en una empresa para establecer el comportamiento
"normal" y luego le asigna calificaciones de riesgo a cada usuario. Si un
empleado hace algo poco habitual, como conectarse desde otra ubicación, usar una
computadora distinta o intentar acceder a un sistema distinto al habitual, la
calificación de riesgo aumentará, y el empleado podría tener que ingresar
información extra de autenticación, como por ejemplo verificar su identidad por
teléfono.
Muchas personas prevén que el panorama de la seguridad
cambie rápidamente a medida que más y más empleados llevan sus propios teléfonos
inteligentes y otros aparatos al trabajo. Aunque la proliferación de estos
aparatos suele considerarse una amenaza para la seguridad, algunos analistas
sugieren que los aparatos móviles pueden mejorar la seguridad al facilitar el
uso de la autenticación biométrica. La mayoría de los aparatos incluyen un
micrófono y una cámara, y pueden también señalar la ubicación geográfica de un
empleado.
De cara al futuro, investigadores de la Universidad de
California en Berkeley estudian el uso de las ondas cerebrales como
autenticación. En las pruebas, los sujetos usaron unos auriculares que midieron
las señales de sus ondas cerebrales mientras se imaginaban que hacían una tarea
en particular, y los investigadores pudieron distinguir entre personas distintas
con 99% de precisión. En teoría, una tarea imaginada de este tipo podría
convertirse en el "contrapensamiento" de un empleado.
La mayoría de los expertos prevé que las empresas usen
una variedad de parámetros. El Hospital Saratoga, en el estado de Nueva York,
por ejemplo, usa lectores de huellas digitales como una alternativa más segura
que las contraseñas. Pero aunque solucionaron muchos de los problemas de
seguridad del hospital, los lectores no funcionan para todos. Algunos
trabajadores voluntarios de edad avanzada tienen problemas para mantener la mano
quieta, y los lectores no funcionan cuando la gente tiene puestos guantes, o
cuando sus manos están muy secas, indica Gary Moon, analista de seguridad del
hospital. Además, algunos empleados se negaron a entregar sus huellas
digitales.
Como consecuencia, señala Moon, el hospital aún usa
contraseñas como sistema de seguridad de respaldo.
Las empresas necesitan acceso a una combinación de
distintas tecnologías, sostiene Vance Bjorn, fundador de DigitalPersona Inc.,
con sede en California. "Una tecnología resuelve ciertos problemas, pero podría
no ser la mezcla adecuada de seguridad, conveniencia, costo y facilidad de
implementación para todo el mundo".
Por ANDREW BLACKMAN September 22, 2013, 1:53 p.m. ET
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