viernes, 10 de junio de 2011

Lo malo (y lo bueno) que deja la ceniza en Argentina


Foto por AP from BBC.co.uk

Aeropuertos cerrados, trasporte paralizado y clases suspendidas son algunas de las consecuencias que dejó en el sur de Argentina una gruesa nube volcánica proveniente de la vecina Chile.
Grandes extensiones de la Patagonia argentina quedaron totalmente cubiertas por la densa capa de ceniza que dejó el volcán Puyehue, que entró en erupción el pasado sábado.
Si bien la nube siguió su curso hacia el nordeste, perdiendo densidad en el camino, las secuelas que quedaron en el sur causarán perjuicios por un tiempo más.
Y es que en pocos días comienza en Argentina la temporada alta invernal y varias de las ciudades más afectadas por las cenizas son también los principales destinos turísticos en esta época.
La intendencia de la ciudad de Bariloche -el mayor centro de turismo invernal de Argentina- informó que el aeropuerto de esa ciudad permanecerá cerrado al menos hasta el 21 de junio.
En tanto, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) anunció que no habrá tráfico aéreo hasta el domingo a los centros de esquí de Chapelco, en la provincia de Neuquén, y de Esquel, en Chubut.
Nuevo golpe al turismo
Algunos habitantes de las principales ciudades patagónicas temen que este invierno se repita el vacío de turistas que generó en 2009 el pánico por la propagación de la gripe porcina, que causó cientos de muertes en el país.
En julio comienzan las vacaciones de invierno escolares y muchas familias optan por visitar los populares centros de esquí del sur. En los últimos años, también ha aumentado notablemente el número de turistas extranjeros, sobre todo de Brasil.
¿Cómo afectará a las actividades de esquí la presencia de la ceniza?
Según el secretario de Turismo de Bariloche, Daniel González, no habrá inconvenientes.
"La capa de ceniza quedará cubierta por la nieve y se podrá esquiar con normalidad", aseguró a BBC Mundo, estimando que la ciudad recibirá a unos 230.000 visitantes.
El funcionario recordó que no es la primera vez que los centros de esquí argentinos se ven afectados por la actividad volcánica en el país vecino. En mayo de 2008 la erupción del Chaitén también llenó la zona de cenizas.
Confusión
Por su parte, Verónica Bonifacio, directora de Turismo de Esquel -la ciudad que más se vio afectada en su momento por el Chaitén- expresó su preocupación por el impacto que pueda tener sobre el turismo el pánico y la desinformación respecto a esta nueva erupción.
"Mucha gente cree que porque se suspendieron los vuelos a la Patagonia estamos todos afectados por el problema pero aquí no tenemos cenizas", aseguró a BBC Mundo.
Bonifacio admitió, sin embargo, que la paralización del transporte aéreo por los problemas de visibilidad ha dejado "aislada a la Patagonia".
En las últimas horas, las lluvias y los vientos que azotaron la región empezaron a dispersar las cenizas, que habían tapado incluso la superficie de algunos de los lagos más famosos de la Patagonia.
El ganado, también en peligro
Los turistas no son los únicos afectados por la ceniza volcánica en la región patagónica.
Las autoridades comenzaron a distribuir miles de fardos de pasto para alimentar a la hacienda, cuya principal fuente de alimento quedó parcialmente tapada por el fenómeno.
Se estima que al menos unas 700.000 cabezas de ganado ovino corren riesgo por la acumulación de cenizas.
Adolfo Sarmiento, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Bariloche, dijo a BBC Mundo que por el momento los animales aún pueden acceder al pasto, ya que la ceniza alcanza niveles no superiores a los 8 centímetros.
No obstante, el experto advirtió que si las erupciones volcánicas continúan y la capa de ceniza alcanza los 15 cm, los animales podrían morir por inanición.
El INTA también recomendó a los ganaderos que muevan a las ovejas lo menos posible, para evitar que inhalen las cenizas.
Y advirtió sobre el riesgo que significa para los animales la mezcla de las cenizas con la lluvia que azota en estos momentos la región.
"Si el barro de cenizas y agua se adhiere a la lana de las ovejas no sólo dificulta su movimiento sino que también afectará la calidad de esa lana", señaló Sarmiento.
Una buena noticia
Pero no todo lo que trajo el volcán es malo.
El experto del INTA dijo que un efecto secundario de la erupción podría beneficiar a la región a la larga.
"Las cenizas volcánicas tienen minerales, como el hierro, que con la lluvia se asientan en la tierra, y en un período de tres a cinco años serán un nutriente para las plantas", afirmó.
Para los habitantes de esta región semidesértica ese atisbo positivo es poco consuelo ante la perspectiva de pérdidas que, en el peor de los casos, podrían llegar a ser millonarias.
La Defensa Civil de Bariloche informó que el volcán Puyehue "disminuyó su actividad sísmica, aunque continúa emanando una importante columna de gases y cenizas". El organismo también advirtió que la actividad del volcán es impredecible, y que podría reactivarse.

Por Veronica Smink from BBC Mundo, Argentina  9 de junio de 2011

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