jueves, 9 de junio de 2011

Por qué las empresas americanas acumulan tanta liquidez


Foto from dolaraldia.com
Los dividendos están aumentando en la mayoría de las empresas norteamericanas, pero la acumulación de liquidez crece todavía más rápidamente. El pay out -el porcentaje de los beneficios pagado como dividendos a los inversores- lleva cayendo cuatro trimestres, y se encuentra en su nivel más bajo desde 1936.
Esto ha llevado a que algunos analistas alerten de que las empresas con exceso de liquidez podrían desperdiciarla en expansiones mal diseñadas o en adquisiciones. Sería mejor, a su juicio, que repartieran ese dinero entre los inversores para que lo inviertan donde ellos quieran.
Especialmente, en un período en el que la rentabilidad sin riesgo es muy baja, gracias a la política de tipos cero de la Reserva federal, va a ser difícil que las empresas eviten la tentación de elevar su retorno embarcándose en inversiones más arriesgadas. Y que éstas salgan mal.
El crédito
¿Por qué las empresas están acumulando liquidez? ¿Y por qué los inversores no se están levantando contra los ejecutivos que la están acumulando? Es un misterio, cuya respuesta probablemente se puede encontrar en la crisis financiera. Ésta ha evidenciado que la disponibilidad de financiación para las empresas no está ni mucho menos garantizada.
La congelación del mercado de crédito a corto plazo, que muchas empresas usaban para financiar las nóminas e inventarios, disparó el valor de mantener liquidez. En la próxima contracción de crédito, tener liquidez en los bolsillos puede marcar la diferencia entre sobrevivir y morir. Pero también puede significar que las empresas tienen miedo del futuro y no quieren crecer tan rápido como antes.
Normalmente, los tipos de interés bajos indican una abundancia de ahorro disponible para la inversión y el consumo, pero los bajos tipos actuales son fruto de la política de la Fed para estimular la economía. Es decir, las empresas no tendrán financiación abundante para gastar en el futuro.
Incertidumbre inversora
La crisis financiera también ha puesto nerviosos a los inversores minoristas, después de la década perdida de la bolsa, que dudan de que puedan invertir mejor que los ejecutivos de las empresas (los que están acumulando liquidez). Por tanto, no demandan que los beneficios empresariales se les devuelvan en forma de dividendos.
Este nerviosismo acerca de si es prudente invertir en bolsa puede provocar otro desafío para los directores financieros: atraer nuevo capital con ofertas de acciones es demasiado caro. Muchos bancos se encontraron en la crisis con que tenían que ofrecer preferentes tremendamente caras para conseguir nuevo capital. Mejor tener el dinero en el bolsillo que tener que captarlo en esas condiciones.
Esto también se aplica a los accionistas, que pueden perder cuando hay que levantar nuevo capital de una forma tan cara. Así que tiene sentido desde la perspectiva de un inversor permitir la acumulación de liquidez para evitar este riesgo. Eso también explica la escasez de OPVs, porque los inversores no confían en que comprar acciones les vaya a proporcionar una rentabilidad aceptable.
Cuando la oferta de capital y crédito futuros es tan incierta, la supervivencia de las compañías puede depender de sus reservas de liquidez. Las empresas sufren los mismos miedos que muchos hogares norteamericanos ?miedo de una recesión, de disponibilidad de crédito, de pérdida de ingresos- y responden de la misma forma: elevando sus ahorros y disminuyendo su dependencia del crédito.

Por Alain Galibert, Bolságora  from elEconomista.es 08/06/2011

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