jueves, 14 de julio de 2011

Desvelamos una nueva oportunidad laboral: espía


Foto from desdeeltercerpiso.com

En el escenario laboral complicado que nos ha tocado vivir, la flexibilidad y la adaptación resultan fundamentales. Quizá, esta capacidad para reinventarse le lleve a escoger perfiles y profesiones que nunca imaginó. La de espía es una posibilidad real. Pero, qué condiciones y habilidades hacen falta para alistarse en estos cuerpos. Aquí van algunos consejos para acceder a esta profesión de aventuras en tiempos de alto riesgo.
Ser espía no es sólo un trabajo, es una forma de vida. No sólo porque la fidelidad al servicio obliga a estar a tiempo completo casi todos los días del año, sino porque en muchas de estas agencias se prohíbe confesar, ni tan siquiera a la familia más cercana, su verdadera identidad.
Los requisitos que se piden en las principales agencias de seguridad internacionales coinciden. A saber: contar con la nacionalidad del país de esa institución, disponibilidad geográfica, carecer de expedientes disciplinarios de ningún tipo y pasar un estricto control médico. Además de contar con la titulación necesaria para el puesto al que se aspira. Y es que ser capaz de llevar un buen traje en situaciones complicadas y salir de ellas sin una sola arruga ya no es requisito mínimo.
CNI
En España contamos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La lealtad, la discreción y el espíritu son cualidades que se exigen a todos los miembros del CNI que, para poder acceder a un puesto en la agencia, necesitan superar unas pruebas objetivas de acuerdo con el tipo de empleo que vayan a desarrollar.
De cualquier modo, estos exámenes son bastante exhaustivos y abarcan desde pruebas de conocimiento y test psicotécnicos y de personalidad hasta otros más sofisticados como dinámicas en grupo o ejercicios de simulación operativa, en los que se valoran las competencias personales y profesionales.
Algunos de los perfiles demandados en la agencia de inteligencia española son:
· Oficial de Inteligencia. Este puesto forma parte del Servicio de Inteligencia, que se encarga de obtener y evaluar la información. El oficial es el responsable de integrar en el análisis el trabajo del equipo y ofrecer este producto al Gobierno. Para ocupar este puesto hay que contar con una titulación superior y dominar, al menos, un idioma extranjero. Se valora como requisito añadido un tercer idioma y conocimientos informáticos. Además, estos profesionales deben contar con una gran capacidad analítica y talento para las relaciones interpersonales. La iniciativa y la flexibilidad dentro del equipo son competencias necesarias.
· Técnico de Inteligencia. Si aspira a este puesto debe contar, como mínimo, con una diplomatura y dominar, al menos, un idioma foráneo. Al igual que el oficial, es fundamental que el técnico cuente con capacidad analítica y habilidad para las relaciones sociales.
· Técnico Operativo. Es el responsable de realizar actividades encaminadas a la obtención de información por medio o técnicas especiales. Su puesto requiere muy buena forma física, capacidad de concentración sensorial y plena disponibilidad temporal. La disciplina, el trabajo en equipo, la lealtad, la discreción y los dotes de comunicación son imprescindibles. Los aspirantes deben ser técnicos de grado superior o haber finalizado el bachiller o equivalente, y estar comprendidos entre los 22 y los 33 años de edad. El carné de conducir tipo B es indispensable.
· Técnico Superior. Es el experto en soluciones técnicas y debe anticiparse a las necesidades del equipo ofreciendo productos innovadores. Para acceder al puesto se requiere ser titulado superior, con formación técnica y conocimientos de inglés.
· Técnico en telecomunicaciones y sistemas de la información. Este puesto, que tiene bastante en común con el anterior pues se trata de desarrollar productos y servicios innovadores, obliga a contar con una diplomatura y conocimientos de inglés.
· Técnico jurídico. Como toda organización compleja, el CNI también necesita expertos juristas que resuelvan de la mejor manera las necesidades de asesoramiento legal. Estos necesitan ser titulados superiores, rama jurídica, y el conocimiento de otro idioma, preferentemente inglés.
· Técnico de recursos humanos y administración. Las peculiaridades de la institución obligan una mayor especialización en esta área. Para ocupar este puesto se requiere título superior y conocimiento de inglés.
· Auxiliares. Personas que resuelvan adecuadamente las necesidades administrativas. Si aspira al puesto debe saber que es necesario ser técnico de grado medio o estar en posesión del título de graduado ESO o equivalente, poseer conocimientos de informática y de un segundo idioma.
· Traductor/Intérprete. Es decir, un experto en otros idiomas y otras culturas. Para ello se requiere título universitario, diplomado o formación equivalente y tener un alto conocimiento del idioma correspondiente, con capacidad de interpretación simultánea y manejo de informática a nivel usuario. Es lógico que, para este puesto, también se demande que el aspirante cuente con capacidad de razonamiento y expresión verbal, manejo de ideas y conceptos y cuidado con los detalles.
Además de estos perfiles, en el CNI existen otros puestos como: técnico de infraestructuras y mantenimiento, especialista en infraestructuras, auxiliar de mantenimiento y oficios y profesionales para el área de seguridad.
Oportunidades internacionales
No es lo mismo trabajar para una compañía privada que para una agencia de seguridad nacional. Un financiero en la CIA se encargará de analizar y desarrollar, por ejemplo, los presupuestos de una importante operación a nivel mundial, y un traductor cualificado se dedicará a la traducción de documentos clasificados para Estados Unidos.
El sueldo más alto ronda los 137.000 dólares al año y los más bajos los 80.000.
Además, en la CIA también existe la figura del becario. Los estudiantes pueden participar en algunos de los programas de trabajo de la agencia, que pasan por puestos en los servicios de análisis, el servicio clandestino, lengua, ciencias, ingeniería, tecnología, negocios y seguridad. Pero, para conseguir plaza hay que estar despierto y presentar la solicitud de ingreso de nueve a doce meses antes de la fecha de inicio. Para estos becarios también existen requisitos mínimos. Obviamente, deben ser ciudadanos estadounidenses, deben demostrar una trayectoria académica sólida y hablar distintos idiomas. Disponer de alguna experiencia internacional o militar son dos bazas importantes.
James Bond
Para servir a la Reina, el Servicio de Inteligencia Británico (SIS) exige profesionales con espíritu de equipo, innovadores, comprometidos e íntegros, pues sus tareas abarcan desde ayudar con la gestión diaria esencial de la organización a recoger, analizar y presentar información secreta global, dependiendo del puesto.
A parte de las compensaciones patrióticas, el SIS también incluye en sus nóminas beneficios sociales como una pensión del servicio civil, un plan de salud con descuento, vacaciones de 25 días y ventajas familiares como vales de guardería.
El Mossad
El proceso de admisión en la agencia de inteligencia israelí es uno de los más severos. El Mossad obliga al candidato a rellenar un cuadro de solicitud a través de su web, sólo del puesto al que se crea capacitado. El aspirante recibirá un mensaje de confirmación a su equipo, la única que recibirá en esta fase del proceso. A partir de aquí, el candidato deberá pasar un examen psicológico y de seguridad y una evaluación médica.
Los que superen estas pruebas deberán firmar una renuncia de confidencialidad personal que permita a la agencia verificar los datos del aspirante.
Dado que estas agencias guardan con tacto la naturaleza de sus funciones, no suelen publicar las ofertas de empleo que requieren. Por ello, los interesados deben siempre cumplimentar los cuestionarios que aparecen en sus páginas web o, bien, enviar el currículo. Cuando los expertos de cada institución los hayan examinado, estos candidatos recibirán una respuesta que, también, debe ser estrictamente confidencial.
Un elegante traje, un carisma especial y un arma no convierten a un espía en un buen agente secreto.

Por A. Bustillo  from Expansion.com  13/07/2011

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