sábado, 16 de julio de 2011

La memoria 'googlelizada'


Foto por LVE from lavanguardia.com

 Un estudio de la Universidad de Columbia señala que los buscadores cambian la manera de recordar las cosas.
El debate es viejo. Pero se agudizó hace más de tres años, cuando Nicholas Carr publicó en The Atlantic un artículo en el que señalaba que Internet cambia la estructura neural de nuestro cerebro y se preguntaba si Google nos hace más estúpidos. En el 2010, el columnista remataba el argumento con el libro The Shallows: What the Internet is Doing to Our Brains, finalista del premio Pulitzer 2011.
En este tiempo, se han sucedido estudios y artículos que apoyan la teoría de Carr o la rebaten con el mismo ímpetu. También en el 2008, Dolors Reig, psicóloga social y consultora, se preguntaba ya en su blog si la creatividad no surge precisamente de la fragmentación y la dispersión que criticaba Carr. "Las ideas son hipertextuales, emergen de conexiones neuronales que se establecen en base a tareas, a muchas tareas, a la multitarea", decía la experta. Un estudio de la Universidad de Stanford (California, EEUU) del 2009 añadía más leña al fuego al subrayar que la multitarea desconcentra.
Dos años después, el debate sigue encendido. La última llama viene de un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Columbia (NYC, EEUU), publicado recientemente en Science, que sostiene que disponer de buscadores para encontrar determinados datos hace que nos despreocupemos por recordarlos. O, mejor dicho, que recordemos únicamente dónde encontrarlos.
Para llegar a tan memorable conclusión, la investigadora Betsy Sparrow y su equipo realizaron varios experimentos con estudiantes en los que éstos tenían que escribir una serie de preguntas y respuestas. Los resultados se guardaban en una ubicación general del ordenador, en una carpeta concreta, o se borraban. Al ser preguntados más tarde por los datos, la mayoría de los participantes recordaban mejor los que iban a ser borrados y el nombre de la carpeta donde habían guardado cierta información que los hechos en sí. De ahí, la psicóloga deduce que hacemos menos esfuerzos por recordar aquello que sabemos donde encontrar.
El fenómeno no es nuevo, asegura Sparrow. Se llama "memoria transactiva". "Siempre hemos tenido a nuestro alrededor gente que sabe más cosas que nosotros y nos permite despreocuparnos. Por ejemplo, si quiero saber algo de béisbol, le pregunto a mi marido", afirma. "Internet no es diferente. Hace que nuestros sistemas de memoria transactiva estén conectados a datos a los que no tendríamos acceso de otra forma", concluye sin valorar si eso nos hace o no más "estúpidos".

Por Anna Solana  from lavanguardia.com 15/07/2011

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