jueves, 6 de marzo de 2014

¿Qué tiene Barcelona que no tenga Madrid?

 
 
En los últimos años, las marcas internacionales se han olvidado de la capital y prefieren abrir sus tiendas en la capital catalana. Analizamos los motivos.
 
 
Tan sólo dos semanas después de que la marca americana Urban Outfitters anunciara su desembarco en el centro comercial Triangle de Barcelona, el emporio asiático Fast Retailing confirmaba por fin, tras varios años tanteando el territorio nacional, que abrirá una sede de Uniqlo en el local que ocupa la Fundación Caja Madrid...de Barcelona. Ambas enseñas poseen sucursales en Reino Unido, Francia y Alemania (Uniqlo también abrirá en Berlín durante este año). En 2013 &Other Stories, la nueva línea del grupo H&M, eligió el número 8 del Paseo de Gracia para abrir una de sus primeras tiendas y en 2008 se inauguró American Apparel en el Barrio Gótico.

Aunque la procedencia y la identidad de estas cuatro marcas es muy distinta, tienen algunos puntos centrales en común: todas ellas están enfocadas en un público joven que valora el componente de diseño de las prendas, todas poseen grandes sedes en las principales capitales mundiales y ninguna tiene intención de instalar una tienda en Madrid a corto plazo ¿Qué hay en Barcelona para que acapare a los grandes nombres de la moda urbana? ¿Qué le falta a Madrid?

La clave se encuentra sobre todo en el turismo: según el índice de destinos globales que realiza anualmente Master Card, 8,4 millones de turistas pernoctaron en hoteles de Barcelona durante el pasado año. 4,7 lo hicieron en Madrid. La ciudad catalana es la décima con mayor flujo turístico del mundo y, según Google, la tercera más fotografiada, por detrás de Nueva York y Roma. "Es un escaparate para Europa. No sólo es el objetivo de las marcas internacionales, sino el lugar idóneo para internacionalizar las firmas nacionales", afirma Andrés Contreras, director general comercial del grupo Bestseller.
 
Los visitantes, además, incluyen las compras entre sus principales atractivos. Sólo el Paseo de Gracia concentra el 27% del consumo realizado por turistas en toda España. "Es uno de los mejores caso de travel retail que existen", sentencia Andrés Contreras. Existen innumerables rutas de shopping concertadas para un tipo de turista que, además, suele ser conocedor de estas marcas. Concentran a rusos y chinos, ávidos compradores de marcas de lujo, "pero también a japoneses, que llegan atraídos por la arquitectura modernista, entre otros factores. Y a viajeros procedentes de los paises nórdicos", explica Inmaculada Urrea, cofundadora de la consultora de marcas de moda Sofoco Media. Uniqlo pertenece a Fast retailing, el análogo japonés a Inditex y &Other Stories no sólo es propiedad de la sueca H&M, también explota las señas de identidad del diseño nórdico.

A ambas tiendas las separarán unos 500 metros. Entre Uniqlo y Urban Outfitters sólo habrá 300 de distancia. Esa es, precisamente, otra de las claves del éxito comercial de la Ciudad Condal frente a Madrid. "En Barcelona todas las grandes tiendas están cerca. Tanto que es casi imposible caminar por la zona un fin de semana", explica Urrea. El eje madrileño Gran Vía-Preciados condensa la mayor parte de las tiendas de gran distribución, pero si en Madrid buscamos prendas de gama media o firmas de lujo, hay que acudir a otros barrios. En Barcelona podemos caminar desde las vías que alojan los templos de la gama alta hasta las calles pobladas por las tiendas low cost. "Y los centros comerciales se encuentran en el casco urbano. En Madrid, salvo algunas exepciones, se construyeron en la periferia, en zonas que con la crisis se han empobrecido y que, además, no están expuestas al tránsito como los centros de las ciudades", cuenta Ángel Contreras. Dicha concentración urbana ha logrado que, desde hace algunos años, Portal del Ángel sea la calle con la renta más cara de España, por encima de la madrileña Preciados.

Y si el turista que acude a la ciudad catalana busca variedad de estilos y rangos, el público local acostumbra a dar prioridad a las marcas que se centran en una estética más vanguardista. "Si hablamos de firmas, en Madrid la tónica general es consumir las más clásicas o las más conocidas por el público general. En Barcelona el consumo de marca suele ser más discreto; quizá nadie sepa de dónde es la ropa que llevas puesta, pero lo que importa es que sea novedoso o tenga un diseño específico", opina Urrea. Y lo ejemplifica con el caso de Vinçon, una firma de decoración "que no triunfó en la capital y, sin embargo, en Barcelona, es una de las más fuertes". Para Andrés Contreras su idiosincrasia es similar a la de las ciudades del Norte de Europa: "existe una clientela joven más innovadora o 'alternativa' a la hora de vestirse. Suelen valorar las marcas internacionales", afirma.

Lugar de referencia para turistas versados en tendencias, mapa urbano con una ingente oferta comercial centralizada en pocos kilómetros y ciudad enraizada en el consumo de una estética que gira en torno al diseño, Barcelona es el blanco de las marcas que buscan expandir su influencia en Europa (Uniqlo), de las que se han erigido en emblemas de la juventud más moderna (Urban Outfitters, American Apparel) y de las que se basan en vender estilos tan minimalistas como innovadores (&OtherStories). Madrid, por el momento, tendrá que vestir estas firmas pagando gastos de envío.


Leticia García 04 de marzo de 2014  17:50 h.

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