sábado, 14 de octubre de 2023

La bolsa teme al petróleo disparado: 1973 trajo uno de los mayores desplomes

 



  • La guerra del Yom Kipur generó una de las caídas más rápidas de la historia del S&P
  • El aumento de precios de 1973 desembocó en una recesión en toda regla en EEUU
  • La última subida del gas se suma a la presión inflacionista del petróleo



Las crisis de oferta de petróleo que se vivió durante la guerra del Yom Kippur en 1973 no sólo tuvo un impacto directo en el precio del barril: la renta variable estadounidense también sufrió el daño del embargo de crudo a los países occidentales, hasta el punto de generar una de las caídas más fuertes en el S&P 500 que se recuerdan hasta la fecha.

Desde el 1 de enero de 1973 hasta septiembre de 1974 la cotización del índice más capitalizado del mundo perdió un 46,2%, un desplome que rivaliza con los más fuertes que se han vivido en los momentos más complicados del siglo.

Hasta la fecha, el desplome más fuerte todavía es la caída que se vivió durante el crack de 1929, cuando el índice llegó a perder más de un 86%, entre septiembre de 1929 y julio de 1932.En 1937 el desplome bursátil se llevó por delante un 54,5% de la capitalización del S&P 500, castigado por una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.

El impacto de las subidas de tipos es otro de los factores que ahora lleva a muchos analistas a mantenerse precavidos con la bolsa, después de la subida de tipos más fuerte, la de 2022 y 2023, de los últimos 40 años.

Sergio Ávila, analista de mercado senior de IG, define ahora los tres grandes peligros que amenazan a la renta variable: "La escalada del conflicto entre Israel y Hamas ha generado incertidumbre, al igual que el aumento de los precios del petróleo, lo que podría tener un impacto en la economía global y los márgenes de las empresas. Además, las perspectivas de que las tasas de interés se mantendrán elevadas durante un período prolongado han agregado una capa adicional de incertidumbre en el mercado", explica.

"La subida del petróleo puede tener un impacto en la economía real y los márgenes de las empresas", avisa Sergio Ávila

En la segunda mitad del siglo XX, el primer hundimiento de la bolsa fue el que se produjo en noviembre de 1968, y que llegó al S&P a perder más del 36% en un año y medio, debido al sobrecalentamiento económico, el repunte de la inflación (otro elemento que tiene un paralelismo con la situación actual), y los disturbios que se estaban produciendo en muchas capitales del mundo en protesta por la Guerra de Vietnam, entre otras cosas.

Las crisis de bolsa desde el Yom Kipur

Con estos precedentes, la caída de 1973 por la Guerra en Israel y el embargo no fue algo inédito. Se repetía, una vez más, una caída agresiva del mercado que confirmaba, como sigue ocurriendo a día de hoy, que la bolsa sube por la escalera, y baja por el ascensor.

Desde esa caída la bolsa vivió casi 30 años de tranquilidad, sin grandes sustos de mercado, hasta que estalló la burbuja tecnológica a principios del siglo XXI. El estallido de las puntocom castigó al S&P con una caída del 49,1%, entre marzo del año 2000 y octubre de 2002.

Hasta 2008, la bolsa vivió unos años en los que logró recuperar todo lo perdido por la crisis tecnológica, pero la llegada de la Gran Crisis Financiera se llevó por delante un 56% de la capitalización del S&P 500. Fue entonces, en la década posterior a este desplome, cuando los bancos centrales como la Fed y el BCE acudieron al rescate con programas de estímulo sin precedentes que han apoyado unos años de subidas vertiginosas. En el año 2020, la pandemia de Covid generó una caída del 33% para el S&P 500 que se recuperó rápidamente.

Ahora, con la guerra de Ucrania, el estallido del conflicto en Israel, la Fed terminando su proceso de subida de tipos y la inflación todavía en niveles elevados, la historia de la bolsa está escribiendo un nuevo capítulo, en un momento de alta incertidumbre.

El gas se suma a la lista de problemas

Al temor por la escalada de precios del petróleo se ha sumado un nuevo frente, que puede ser fuente de volatilidad para las bolsas: el encarecimiento del precio del gas. Desde que se produjo el ataque de Hamás a Israel, el precio del recurso energético ha subido casi un 50% en Europa, hasta rozar los 59 euros por MW/h este viernes.

Comparado con los 339 euros que se llegaron a ver en 2022 la última subida puede parecer poco preocupante, pero se trata de un repunte de más del 133% desde los mínimos del año que se vieron en junio. Además, desde la Agencia Internacional de la Energía han avisado esta semana: "Los inventarios en Europa están empezando la temporada de calefacción a una capacidad del 96%, pero esto no garantiza precios estables durante la temporada", avisa.


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