sábado, 11 de junio de 2011

"A un empleado se le motiva dándole una mayor autonomía, no con más sueldo"


Foto from empleo-venezuela.universiablogs.net

Para Silvia Damiano, experta en neurociencias, la explicación a un jefe estresado, otro que delega funciones y un tercero que busca tomar todas y cada una de las decisiones parece estar en el cerebro. "Así reacciona tu cerebro, así lideras", es el mensaje que lanzó durante la conferencia impartida recientemente en nuestro país con motivo del encuentro Lidera.
¿Qué puede aportar la inteligencia emocional en el mundo de la empresa?
El 95% de la población, en vez de responder ante una situación, reacciona. Y cada uno lo hace de manera diferente, por eso se trata de analizar nuestras reacciones. Hoy día ya no nos enfrentamos a un león en medio de la selva, pero tenemos un jefe, un cliente, un proveedor...
¿Los españoles reaccionamos de manera distinta al resto de europeos?
No veo grandes diferencias, pero la gente latina sí es más expresiva. También es cierto que son más impulsivos.
Usted habla del concepto de "motivadores sociales". ¿Qué son?
Es una forma de explicar cómo funciona el cerebro. Lo que el cerebro busca es, o placer o una forma de evitar riesgos. Por eso es importante dar autonomía a los empleados.
¿Me explica esto último?
Es simple: hay que manejar mejor a las personas para evitar que se vayan a la competencia, no porque les paguen más, sino porque les den mayor autonomía. Ésta es motivadora porque ofrece cierta libertad para generar ideas creativas que motivar a la gente.
Cada ser humano reacciona de una manera diferente. ¿El liderazgo es entonces algo innato?
Hay cosas que favorecen o limitan que una persona sea mejor líder que otra, pero también hay ciertas destrezas y competencias que se pueden aprender.
¿Y cómo se aprende a ser líder desde un punto de vista neurobiológico?
Conociendo tus reacciones, dominando los miedos y regulando las reacciones automáticas que te producen, porque una vez que te das cuenta de ellas, es cuando se puede aplicar una estrategia. El primer paso es conocer dónde se es bueno y utilizar lo que sale bien para mejorar.
Todo esto de la inteligencia emocional, ¿cómo se demuestra que realmente funciona?
Soy consciente de que todo concepto nuevo genera reticencias. Hace 10 años, por ejemplo, a ningún neurocientífico se le hubiera ocurrido medir emociones. Ahora en cambio, sí se hace porque se puede observar lo que ocurre en el cerebro a través de un escáner. Todo esto se puede medir científicamente y llegar a conclusiones. Y cuando existen, la gente presta más atención. No es un cuento chino.
¿Y esas mediciones revelan alguna diferencia por géneros entre hombres y mujeres?
Hay una diferencia física porque la amígdala del cerebro es más grande en el caso del hombre, y eso les hace ser más impulsivos y agresivos que las mujeres. Pero no conviene equivocarse.
¿En qué sentido?
En que el estigma que tenemos las mujeres es que somos más emocionales y lloramos más fácilmente, y eso no es cierto. Cuando un hombre explota y es agresivo, también es emocional. La diferencia estriba en que los hombres y las mujeres manifestamos las emociones de forma diferente.

Por Ismael Labrador  from elEconomista.es  10/06/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.