jueves, 25 de enero de 2024

El indicador inmobiliario que destapa lo que realmente ocurre en la crisis de la vivienda en China

 

Zona de construcción en China. Foto de iStock.

La economía de China se enfrenta a una desaceleración marcada del crecimiento. Los factores que están restando potencia al motor del 'gigante asiático' son de sobra conocidos: una demografía desfavorable, la caída del sector inmobiliario y el elevado endeudamiento, entre otros. Sin embargo, las cifras que ofrece Pekín de forma oficial no terminan de parecer del todo fidedignas, sobre todo cuando se comparan con datos alternativos o con historias reales que aparecen en medios o en las redes sociales. Un buen ejemplo es el del sector inmobiliario, donde los datos oficiales hablan de un aterrizaje relativamente suave de la vivienda, pero otros indicadores revelan un aterrizaje bastante más brusco.

Los datos oficiales sobre vivienda hablan de caídas moderadas de los precios. Por ejemplo, el indicador que mide el precio de la vivienda de nueva construcción reveló un descenso del 0,4% interanual el pasado mes de diciembre. Esta es la sexta caída consecutiva del precio de los inmuebles de nueva construcción en China, pero estos descensos son siempre muy moderados, con tasas interanuales que se mueven entre el 0,1 y el 0,4% negativo.

Sin embargo, este martes se ha conocido un indicador inmobiliario que parece destapar lo que está sucediendo en el mercado de la vivienda en China de una forma más específica. El número de inmuebles que salieron a subasta judicial en China aumentó un 37% interanual en 2023 hasta las 796.000, una cifra récord, según un informe de la consultora especializada China Index Academy citado hoy por el portal de noticias económicas Yicai. La información achaca esta subida a la "mala gestión" de las promotoras inmobiliarias y a la "incapacidad" de los propietarios de hacer frente a sus préstamos o a disputas relacionadas con deudas. Lo que ocurre con la vivienda en China, a veces, es un auténtico misterio.

Las viviendas residenciales a subasta, en récord

El número de bienes inmuebles de tipo residencial que salió a subasta mediante esta vía aumentó un 70% hasta los 389.000, mientras que los de uso comercial subieron un 23% hasta unos 224.000. El crecimiento se refleja también en un aumento de la morosidad en créditos inmobiliarios para los principales bancos: a finales del primer semestre, el balance de préstamos inmobiliarios en situación de incumplimiento en 18 grandes bancos cotizados se situaba en 297.000 millones de yuanes (41.614 millones de dólares, 38.177 millones de euros), 20.900 millones de yuanes (2.928 millones de dólares, 2.687 millones de euros) más que al cierre de 2022.

La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares. En los últimos meses, ante la coyuntura, el Gobierno anunció diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se marcó como prioridad la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.

Pero la historia no se detiene ahí. Esta madrugada (hora española) otro de los gigantes inmobiliarios del país ha anunciado que pone a la venta algunos de sus activos más valiosos para intentar cumplir con sus acreedores. El gigante inmobiliario chino Country Garden ha sacado a subasta cinco propiedades valoradas en unos 530 millones de dólares en Cantón para tratar de hacer frente a sus problemas de liquidez, informa hoy el diario hongkonés South China Morning Post.

Ya la semana pasada, la endeudada compañía comunicó que esperaba cerrar a lo largo del primer semestre de este año la venta, por 158,5 millones de dólares, de los terrenos no construidos en una promoción en Sídney, marcando así su salida del mercado australiano tras una década de presencia en la nación insular. Así, el grupo está intentando recabar fondos para afrontar una deuda que, al cierre del primer semestre de 2023, ascendía a unos 257.900 millones de yuanes (36.321 millones de dólares, 33.301 millones de euros), de los cuales unos 109.000 millones de yuanes (15.351 millones de dólares, 14.074 millones de euros) vencen hacia junio del presente ejercicio.

Este mismo mes, Country Garden reveló que había contratado a la consultora KPMG como asesor principal para el proceso de reestructuración de su deuda extraterritorial ('offshore'), estimada en unos 16.500 millones de dólares. Country Garden, que había sido la mayor promotora de China entre 2017 y 2022, fue declarada por primera vez en impago a finales de octubre tras no abonar a tiempo unos 15,4 millones de dólares adeudados en concepto de intereses de un bono denominado en dólares, informó en ese momento Bloomberg al hacerse eco de un aviso a tenedores emitido por el fideicomisario, Citicorp.

Desde Bloomberg explicaban hace unos días que, hace tres años, las autoridades chinas intentaron diseñar una implosión controlada del sector inmobiliario del país para controlar el aterrizaje de unos precios burbujeantes y eliminar el riesgo financiero. "Lo que han obtenido, en cambio, es una crisis inmobiliaria que destruye la riqueza de los hogares en la segunda economía más grande del mundo, destruye el mercado de bonos off-shore y priva a los gobiernos locales de ingresos muy necesarios". A todo ello habría que sumarle la incipiente crisis de la banca en la sombra.

La cuestión es que todos estos sucesos que por separado dicen poco, cuando se unen, revelan la cruda realidad del sector inmobiliario en China. Viviendas impagadas en subastas, promotoras soltando lastre a marchas forzadas y compradores con la confianza en mínimos: una tormenta perfecta sobre el mercado de la vivienda en China. Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30%, según algunos analistas.

Del inmobiliario a la deflación

Además, China se enfrenta a la deflación (caída prolongada de los precios en la economía). Aunque a primera vista esto parezca algo positivo (los precios bajan), lo cierto es que la teoría económica ha demostrado que la deflación agudiza aún más la ralentización de la economía. Los consumidores dejan de comprar a la espera de precios más bajos, mientras que las empresas detienen su inversión ante la caída de las ventas. Eso generará una paralización de la economía que podría dar la 'puntilla' al inmobiliario y afectar al resto de sectores.

La deflación pronto podría comenzar a afectar el crecimiento chino, mientras Pekín se enfrenta a varios meses de sufrimiento, que Shaun Rein define como "economía muy dolorosa", en la CNBC. "Esto es algo con lo que los inversores deben tener cuidado. La economía aquí es mala, es realmente mala. He estado en China durante 27 años y esta es probablemente el nivel confianza más bajo que he visto en mi vida", asegura Shaun Rein, fundador del Grupo de Investigación de Mercado de China, al programa "Squawk Box Europe" de CNBC el lunes.

"Así que la deflación está empezando a blandir su fea cabeza. Los consumidores están esperando descuentos. Están muy nerviosos". Vinculada a una caída de los precios de bienes y servicios. Los bajos precios de la carne de cerdo, que representan alrededor de una quinta parte de la canasta del IPC de China, alertaron sobre el posible advenimiento de la deflación.

"La deflación es un tema grave, sé que el gobierno chino no quiere que lo diga, pero es un tema que debemos preocuparnos", subraya Rein. "Así que estoy un poco sorprendido de que hayan mantenido las tasas preferenciales sin cambios. Sabes, hubiera sido bueno si los hubieran reducido para intentar introducir algún estímulo en el país".

El rescate de la bolsa de China

A todo ello hay que sumarle la reciente caída de las acciones y los bonos en China. Las autoridades chinas están estudiando medidas para estabilizar su mercado bursátil, según informó el martes Bloomberg News citando a fuentes conocedoras del asunto, lo que provocó una respuesta escéptica por parte de algunos inversores decepcionados.

Las autoridades están tratando de moviliza r alrededor de 2 billones de yuanes (278.530 millones de dólares), principalmente de cuentas en el extranjero de las empresas estatales, como parte de un fondo de estabilización para comprar acciones del mercado nacional a través de la bolsa de Hong Kong, informó Bloomberg NewsLa economía de China se enfrenta a una situación compleja. Los golpes y amenazas llegan por varios frentes y Pekín deberá agudizar su ingenio para impedir que todo ello acabe en una crisis total.