jueves, 14 de abril de 2011

"En el sexo nos falta valor para expresarle al otro lo que queremos"


Foto from archivo


La escritora Sylvia de Béjar aborda en el libro 'Deseo' los problemas que conllevan en una relación la falta de pasión y da claves sobre cómo resolver diferencias sexuales.
¿Es posible no caer en la rutina? ¿La pasión dura para siempre? Son preguntas que todos nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas, y no necesariamente al estar pasando una crisis sentimental. Sylvia de Béjar acaba de publicar el libro Deseo, con el que aborda cuestiones como qué pasa cuando termina el estado de enajenación que es el enamoramiento o cuáles son los motivos por los que desciende la pasión y qué soluciones hay en estos casos. Para la escritora, una de las claves reside en replantearse el concepto de deseo y entender que “si es algo que se cultiva y que se hace a base de echarle valor, imaginación y compartir, no tiene porque acabar”. De Béjar tiene claro que “si en el sexo haces una cosa nueva, por pequeña que sea, significará un cambio brutal. Lo importante es romper el hielo o dar el primer paso, pero si das un paso, te puedes pasar meses soñando con ese paso, y eso es combustible para la relación.” Para combatir el aburrimiento y la monotonía, la autora ofrece en la parte final del libro 366 sugerencias para enriquecer la vida sexual. Una para cada día del año, incluso si es bisiesto, para los más animados. Hablemos de apetito sexual.

-Y fueron felices y comieron perdices. Suele ser el final de muchos cuentos. ¿Cuántos de ellos acabarían realmente mal si observásemos los años posteriores de los protagonistas?
-Seguramente nos sorprenderíamos, pero también nos iría muy bien conocer esos finales o una de las continuaciones porque serían más realitas de lo que solemos leer. Todos los cuentos infantiles de chicas, las comedias románticas que nos gustan en general, son historias que acaban cuando el chico le dice a chica lo que la quiere y lo maravillosa que es. Acaban con esa pasión en la que todo es posible y nada va a fallar.

-Más adelante veremos si la falta de deseo también ha tenido algo que ver. ¿Qué tenemos que entender por deseo?
-En principio el deseo es algo que te mueve en esta vida, para cualquier cosa. Si hablamos de la vida sexual con tu pareja es lo que te mueve a querer tener relaciones con ella. Lo que sucede con el sexo en las parejas a largo plazo es que nos quedamos con la definición de deseo propia de lo que pasa al principio de una relación o lo que sentimos en uno de estos encuentros apoteósicos de una noche. Todo es morboso, muy novedoso, muy misterioso. Nos quedamos ahí, lo que nos cuesta entender es que ese deseo es una parte de la definición, pero que no está completa.

-¿Y cuál es la definición completa?
-Si nos quedamos con eso toda la vida va a ser imposible que nos parezca que deseamos a nuestra pareja. Esta no es una definición realista, lo más importante es que se puede desear a la pareja de otra manera, donde hay más protagonismo del esfuerzo y del valor, y que ese sentimiento sí que será duradero. El truco consiste en recrear ese misterio, lo prohibido, lo novedoso. Incluir en esa relación cosas nuevas, cosas que generen misterio, que te den miedo.

-¿Por qué cree que nos atrae tanto lo prohibido?
-Porque te hace sentir vivo, que no eres uno más de la masa, te hace salir fuera de lo habitual. De las parejas que he conocido, las que se llevan mejor son las que ves que tienen ese “secretito” en común, ese coqueteo, ligoteo, como quieras llamarlo. Esas tonterías que no cuentas en voz alta y que se salen fuera de lo habitual. Y eso es de lo que se trata, de inventar este juego.

-¿Las mujeres pierden el deseo sexual antes que los hombres o esto es una leyenda urbana?
-(Sonríe)- No es que pierdan el deseo sexual antes, es que lo pierden con “su” hombre. Y creo que lo pierden con su hombre porque el señor que conocían al principio y que se preocupaba por escucharlas, que se interesaba por lo suyo, que le daba importancia a esa relación y que tendía detalles, lo deja de hacer a consecuencia de una larga convivencia. Da por supuesto que ella tiene que ser la que organice la intendencia casera, llevar a los niños al colegio. Normalmente también la carrera que se sacrifica es la de las chicas, y todo eso hace mella. Creías que ese señor era la respuesta a tu vida y ves que no se ajusta a la realidad que tienes.

-Se lo diré de otra forma, ¿las mujeres ponen más expectativas en el amor que los hombres?
-Totalmente, porque somos seres relacionales. A nosotras no nos separan de nuestra madre, es el modelo que tenemos, es un modelo de relación, de cuidado, de empatía, de conversar, de cuando ves una cara rara intentar saber qué ocurre, es todo eso. Y el modelo del chico es no seas como mamá, a pesar de lo que hemos cambiado. Su modelo es el de espero que seas independiente, que te labres una vida…Para ella la relación es número uno, para él puede serlo, pero con todo lo demás, con mi trabajo, con mis amigos, con los hobbies. Eres algo muy importante pero tienes que encajar dentro de todo. Nosotras lo dejamos todo de lado.

-¿La mujer actual del siglo XXI lo deja todo de lado?
No conozco a mucha gente entre las jóvenes que no acabe cumpliendo este patrón. Al principio es muy fácil no caer en él, pero una vez tienes hijos es una constante y lo ves bastante. Las prioridades ahí cambian y no hay muchas ayudas en este país.

-Estaremos de acuerdo en que el deseo no es eterno…
-El deseo peliculero del principio, no. El otro deseo más natural sí, al menos yo sí que lo creo. Eso sí, siempre y cuando entendamos que el deseo no es aquello que nos han hecho creer, sino que es algo que tu generas y cultivas. Si tu pareja siempre es la misma y nunca cambia nada, es lógico que pierdas el deseo. Si partes de la base de que nunca conoces al otro y que siempre hay algo que puedes averiguar, y lo cultivas, ese deseo sí que puede llegar a ser eterno.

-Suena bien, pero viendo como está el patio debe ser una actitud difícil de alcanzar…
-Una de las cosas que creo que es muy importante en una relación de pareja es que nunca se de por sentado que el otro está por ti. La otra parte de la relación, sea hombre o mujer, cuando va por la calle o a trabajar ve a otras personas, que le pueden gustar tanto como tu. Si no decide romper esa relación, es por algo, es una decisión, sino todos seríamos muy poco monógamos. Si partiéramos de esa base nos daríamos cuenta de que no es una buena idea darlo por sentado. Si no lo das por hecho te das más cuenta de la importancia que juega el deseo en una relación. ¿Por qué tenemos que esperar a que haya una crisis y a ver que podemos perder a esa persona para darnos cuenta de lo mucho que nos importa el otro. Nos portamos mejor con todo el mundo menos con nuestra pareja.

-El tedio, la monotonía, nos lleva a cruzar los brazos…
-Por eso hay que entender que tu marido o tu mujer puede mirar hacia otro lado en cualquier momento. Soy partidaria de que hay que ser muy listo en una relación, hay que tener mano izquierda y a veces hay que ser muy pillo. Si tu ves que el otro se te está despistando tienes que pensar algo rápido, pero no porque dependas de él, sino porque lo quieres. Al principio lo hacemos, pero lo vamos olvidando. Y en casa no se tiene ni lo nuevo, ni lo prohibido, salvo que inicies un juego con tu pareja y le generes expectativas.

-¿La rutina nos lleva irremediablemente al fin de cualquier relación sexual?
-Si tu rutina es la de mantener relaciones una vez a la semana o al mes, y a los dos os va bien, no es criticable. El problema es cuando un miembro de la pareja no está de acuerdo. Lo bueno y lo malo lo deciden como lo viven los dos.

-Para una persona mantener relaciones tres veces por semana puede ser mucho, y para otra muy poco, ¿qué pasa entonces?
-Hay que negociar, es una cosa más a decidir entre dos, y más cuando hay un problema. Y se tiene que hacer sin ningún tipo de pudor. Es hablar de ello, y ver como se puede llegar a una situación realista en la que los dos estemos bien.

-¿Negociar sobre sexo no lo desnaturaliza?
-Creo que no, ¿desnaturalizar el qué? La imagen que tenemos es errónea, y esa imagen es lo que hace que todo acabe mal. Si crees que todo tiene que ser lo que ves en el cine nunca podrás estar contento. En cambio, si eres capaz de crear un juego con tu pareja, y buscar la imaginación, la cosa ya cambia. Buscar nuevos escenarios, inventarte juegos de rol, incluir juguetes, vendar los ojos...¡Hay muchísimas cosas para hacer! No hay nada peor en una relación en la que uno quiere más que el otro y uno está todo el día persiguiendo, y el otro todo el día huyendo. El que persigue acaba pensando que el otro no me quiere, porque si me quisiera haría algo por mí. Y al que le persiguen acaba pensando, el otro no me quiere porque si me quisiera no me estaría atosigando tanto.

-¿Hablar de sexo sigue siendo un tabú entre las parejas?
-En sexo nos falta valor para expresarle al otro lo que queremos. Todo el mundo tiene alguna fantasía, simplemente si se comparte con el otro algo de eso, pueden salir un montón de situaciones y juegos para hacer en pareja. Desde escenificarlos o simplemente contar el cuento a dos. Comprendo que si alguien quiere algo poco habitual le cueste mucho decírselo al otro. Pero hay formas de hacerlo. Normalmente, los chicos son más aventureros en esto, a las mujeres nos cuesta más.

-¿Nos comunicamos lo suficiente en la cama?
-Nada, la comunicación en la cama es bastante nula. Hay mucho pudor, porque precisamente te importa mucho lo que piense tu pareja de ti, y ahí está el problema. Como te importa tanto, te da mucho miedo compartir con él o ella cosas que hacen que te cuestione tu moral o lo que siente por ti. Nos da corte, pero cuando uno dice algo en este sentido y el otro le sigue, abres una cantidad de posibilidades enorme. El problema de los adultos es que limitan la parte lúdica al partido de fútbol que muchos juegan una vez por semana los domingos. ¿Por qué no puede ser con tu pareja? El sexo es lo único que te distingue de las relaciones que tiene tu pareja con los demás.

-¿El deseo, como el sexo, tiene límites?
-Tiene unos límites muy claros, que quienes están jugando a un juego juntos, siempre se respeten a si mismos y al otro. Que estén de acuerdo los dos con lo que están haciendo y que no haya ningún tipo de imposición o de violencia. Tenemos que ser más abiertos de mente, en realidad hay muy pocas cosas que no sean normales.

-¿Los hombres dan más importancia al sexo que las mujeres?
-Sí, porque miden mucho más la relación por el sexo, si el sexo va bien es muy fácil que el hombre esté contento con la relación porque tiene algo que para él es primordial. En este aspecto nosotras tenemos muchas más, pero pienso que es una cosa lógica.

-Y la mujer lo sabe, y cuando tiene que aplicar un castigo, lo primero que elimina es la parte sexual…
-Pero la mayoría de las veces no lo hace conscientemente. Lo que digo en mi libro es que cuando una mujer está enfadada no desea tener relaciones con alguien con el que está enfadado, y es algo comprensible porque somos así. Los hombres pueden separarlo, nosotras difícilmente. Lo que yo les digo a los mujeres es que tienen que entender que si ellas están enfadadas con algo y por eso le están negando la cama, ¡que hagan algo!, pero no que les castiguen en la cama. Dile, oye cabronazo, mi carrera necesita más dedicación por mi parte, o lo que sea, pero no le castigues en eso.

-Y te castigues…
-Sí, ¿pero sabes cuál es el problema?

-No, pero me lo dirá.
-Que muchas mujeres creen que hay que solventar los problemas porque su pareja echa de menos el sexo, y eso no es así, lo tienes que solucionar por ti. No te mueres por no tener buen sexo, es algo evidente, pero sí que te pierdes muchas cosas. El sexo es bueno psicológicamente, y a nivel físico, es bueno para el cuerpo, para el corazón, para nosotras tiene muchas virtudes en cuanto a menstruación o suelo pélvico. Hay muchas cosas buenas, pero como que a veces parece que no las vemos.

-¿La pérdida de deseo es la principal causa de una relación sexual incompleta o es la principal excusa que nos ponemos cuando las cosas no van bien?
-No, cuando la relación tiene carencias se nota. Si no funciona la relación, difícilmente tendremos un buen sexo. Cuando el deseo falla, también fallan otras cosas. En el caso de la mujer suele ser un problema de relación o que no es lo que busca desde un punto de vista sexual, mientras que en el hombre es por disfunción. Hay hombres que cuando dicen que les falla el deseo, los terapeutas lo primero que miran es si tienen un problema de disfunción eréctil o de eyaculación precoz. Es decir, algo que cuando tienen la relación les frustra. Es mucho más sano que tu cerebro te haga pensar no quiero, que te diga no puedo. Negar deseo siempre tiene un motivo, ya sea relacional, orgánico, y eso es lo que hay que buscar.

-Hay gente que entonces tira la toalla…
-Sí, y yo lo que digo es todo lo contrario, no pienso que se tenga que tirar la toalla enseguida, hay que darle una oportunidad a esa relación. Si hay amor y trabajas el problema, seguro que se puede solventar.

-¿Es recuperable una relación de pareja que lleva mucho tiempo y que haya perdido el deseo?
-Sí, el secreto está en buscar algo totalmente distinto a lo que has hecho hasta ahora. Sorprende al otro, ponlo nervioso. Tienes que conseguir un juego o algo que os ponga a los dos y que os motive, entonces vuelve a haber equipo. En realidad lo que te lleva al otro es ese rollito que tenías, algo había allí, y eso es lo que importa no perder de vista, pensar en porque elegiste a esa persona, y cuidarlo. Lo que es contraproducente es llegar a eso, cuando llevas 20 años y no te has ocupado, luego ya cuesta muchísimo. Pero no pienso que sea imposible, siempre y cuando cambies lo que haces. Hay gente que no cambia sus encuentros sexuales por miedo a que si lo hacen fracasen. Y entonces acaban aburriéndose como una mona, pero a la larga hace que eso no funcione.

De Béjar es experta universitaria en Sexualidad Humana y Educación Sexual.
Por Albert Domènech  from lavanguardia.es 13/04/2011
http://www.lavanguardia.es/libros/20110413/54139836801/sylvia-de-bejar-en-el-sexo-nos-falta-valor-para-expresarle-al-otro-lo-que-queremos.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.