viernes, 3 de octubre de 2025

Cómo superar el miedo a defraudar y dejar de vivir según lo que esperan de ti

 

Cuando estamos ante una decisión importante, es probable que muchas voces quieran hablar por nosotros o que nos veamos obligados a hacerles caso.
Anchiy (Getty Images)


La búsqueda de validación, la evitación del conflicto o el miedo al rechazo pueden marcar nuestras propias decisiones, anulando incluso lo que en realidad queremos y necesitamos


Cuando se enfrenta una decisión que puede marcar el rumbo de una vida, no siempre es la propia voz la que guía el camino. A menudo, en el momento de una elección crucial, se pueden colar las expectativas de terceras personas importantes, como padres u otros familiares, amigos, pareja y otras figuras cercanas. Esta presión, que puede ser sutil o evidente, es capaz de pesar tanto que el individuo no decide por sí mismo, sino en función de lo que otros esperan de él.

¿Por qué cuesta tanto decepcionar a los demás, romper con las expectativas que, por pasión u obligación, han depositado sobre nosotros? “Es por miedo. En el caso de la teoría del apego, te vas a comportar según la referencia que hayas tenido en tu infancia, porque es el modelo más próximo que tienes. Eso nos puede hacer desarrollar un tipo de apego más ansioso: vamos a tener miedo a decepcionar por temor a quienes rechacen la decisión o lleguen a sentirse incluso abandonados”, desarrolla Beatriz Ruiz González, psicóloga general sanitaria. La experta menciona asimismo el efecto spotlight o, lo que es lo mismo: “Cuando creo que los demás me están observando y tengo una percepción de juicio mucho más grande de lo que realmente es”.

Según Ruiz, las personas que, en momentos de decisión, sufren pensando en la opinión de otros pueden llegar a sentirse egoístas: “Si siento que voy a ser egoísta por tomar una decisión pensando en mí, la manera de minimizar el contacto emocional negativo es haciendo lo que los demás quieran o esperan de mí. Tomo una decisión que, aunque emocionalmente para mí no sea beneficiosa, es lo que menos incomodidad me va a generar”.

Elegir un camino mientras se piensa en cómo reaccionarán los demás puede venir del miedo al juicio ajeno, como afirma la experta, o incluso del cansancio de repetir las mismas discusiones hasta acabar cediendo, por lo que optamos por la vía que menos conflicto genera.

“Hice un master porque mi madre así lo quería. Pero a mí no me apetecía, prefería ponerme a trabajar desde el momento en el que salí de la universidad. Como ella estaba empeñada en que me apuntase a lo que fuera, escogí el primero que pillé, sobre creatividad”, comenta Luis, un madrileño de 27 años. “Me metí al master para que ella estuviera bien, pero me daba bastante igual. Plasmó mucho su inseguridad y sus preocupaciones en mí. Pero si me lo hubiese ahorrado, habría vivido mucho más tranquilo y mejor. El agobio durante esa temporada fue horrible”, añade. La elección de su futuro también afectó a Ana, de 30 años. Su padre le insistía en que estudiase la carrera de Derecho, pero a ella no le atraía nada ese camino. “Durante semanas estuvo presionándome para que me decantase por aquello que a él le hubiese gustado estudiar y que no pudo hacer por motivos económicos. Me negué y le costó entenderlo, pero acabó por aceptar que tenía que hacer lo que yo quisiese. Ahora está orgulloso de lo que hago y agradece que no me metiese a Derecho”.

El camino formativo suele convertirse en una encrucijada: por un lado, lo que los jóvenes desean estudiar; por otro, las expectativas de los padres. Esta situación también se ha visto reflejada en el cine, como en El Club de los Poetas Muertos (1989), que retrata el conflicto entre el deseo del protagonista por la interpretación y la oposición de su padre, y en Billy Elliot (Quiero Bailar) (2000), un niño inglés que vive en un pueblo minero durante la huelga de los años ochenta de su país, se ilusiona por el ballet, pero esto choca frontalmente con las expectativas de su padre, que quiere hacer de él un minero o boxeador.

La situación socioeconómica también es un factor importante a la hora de superar ese temor a las expectativas ajenas. Según un estudio publicado en 2023 en la revista Anales de Psicología, las expectativas de futuro de los adolescentes están fuertemente condicionadas por factores personales y contextuales, como la autoestima, la percepción de apoyo social y el nivel de vulnerabilidad del entorno en el que viven. La psicóloga expone un caso: una chica cuya familia le obligó de una manera indirecta a tomar responsabilidades que no eran suyas desde muy pequeña: cuidar de la familia. Una de las decisiones que ha de tomar es salir de su pueblo, pero se encuentra con que su madre se decepciona al decirle que no podrá hacerlo todo sola. “Romper con eso genera muchos conflictos de no priorización. Si estoy acostumbrada a tener ciertas dinámicas de apoyo a los demás, no sé hacerlo de otra manera. Esto parte de la sensación de decepcionar a los demás porque me salgo de la norma. La gente espera cierta cosa de mí, y yo, una contraria. Entras en un bucle que es muy difícil de romper. Solo al hacer algo diferente. El momento en el que dices: ‘Me voy’, y lo materializas. Al principio te sientes muy incómoda, porque tu cerebro se tiene que acostumbrar a la nueva dinámica. Pero si el entorno apoya lo que haces, empieza a reforzar y validar toda esa autodeterminación que tienes, y es algo muy importante”, subraya la experta.

Para Ruiz, el cerebro funciona como un órgano profundamente costumbrista: tiende a repetir lo que ya conoce para ahorrar energía. Si está habituado a tomar decisiones en función de lo que los demás esperan, seguir ese patrón le resulta más fácil que actuar desde la autenticidad: “El cerebro busca constantemente optimizar el gasto energético, porque ya de por sí consume mucho. Si no estoy acostumbrada a tener esa autenticidad y esa autonomía, y, en cambio, tengo más desarrollado el impulso de complacer o responder a lo que creo que otros esperan de mí, eso me exige menos esfuerzo mental, aunque emocionalmente me genere incomodidad o malestar”.

Luis casi siempre antepone la decisión de su madre a la suya propia: “Cuando muestro mi disconformidad con mi madre, todo acaba en discusiones. Ahora ya no discuto para evitar conflicto. Pero con el resto de personas sí que me da más igual lo que piensen sobre las decisiones que me afectan a mí”. A la hora de aconsejar a quienes sufren por el choque entre intereses personales y ajenos cuando se lleva a cabo una decisión, él lo tiene claro: “Les diría que si le afecta mentalmente, que no lo hagan. Si no le da nada positivo o si no es recíproco, cuando es el otro el que decide y se antepone sobre ti, malo. Si solo lo haces para no defraudar a la otra persona o, incluso, si no lo comunicas, peor”.

Por su parte, Ruiz divide en tres los factores a la hora de priorizarse. “Uno: que te conozcas internamente. ¿Hacia dónde quieres llegar? Si eliminas todas las variables y te quedas contigo mismo, ¿qué querrías hacer? Dos: preguntar a los demás, pero debes tener en cuenta que hablan desde su propio ‘yo’, aunque sean consejos para ti. Pide consejo, pero que no determine la decisión que tomes. Y tres: muévete, toma una decisión y ve con ella. No te quedes en el procesamiento de reflexionar, porque eso te va a meter en un bucle muy difícil de romper a no ser que actúes", desarrolla. Y añade: “Vivimos tratando de ser las personas que otros necesitan muchas veces, y nos olvidamos de ser las que nosotros necesitamos”.




Jorge Marzo Arauzo
Madrid - 01 OCT 2025 - 05:30 CEST
https://elpais.com/estilo-de-vida/2025-10-01/como-superar-el-miedo-a-defraudar-y-dejar-de-vivir-segun-lo-que-esperan-de-ti.html

¿Cambiarías tu iPhone por unas Ray-Ban?: la IA podría poner fin a la era de los 'smartphones'

El CEO de Meta, Mark Zuckerberg probando las gafas inteligentes que ha desarrollado su compañía junto a Ray-Ban.David Paul MorrisEXPANSION


Meta y OpenAI trabajan en nuevos dispositivos con inteligencia artificial, cuyo objetivo es ofrecer una alternativa a los teléfonos inteligentes.


En 2007 Steve Jobs se subió a un escenario en San Francisco para presentar un dispositivo que cambiaría la forma de relacionarnos con la tecnología para siempre. "Hoy, Apple va a reinventar el teléfono", dijo Jobs mientras sostenía en su mano el primer iPhone. Y así sucedió: el iPhone ha vendido más de 3.000 millones de unidades desde entonces y ha convertido a Apple en una de las empresas tecnológicas más valiosas del mundo. Pero sobre todo ha acostumbrado a miles de millones de personas a comunicarse, consumir información, entretenerse o comprar a través de una pantalla, convirtiendo el smartphone en el punto central de la vida cotidiana.

Casi dos décadas después, Mark Zuckerberg busca su momento Jobs. El fundador y consejero delegado de Meta aprovechó la semana pasada el escenario de la conferencia anual de desarrolladores de la compañía, Meta Connect, para presentarse delante del público con sus nuevas gafas inteligentes Meta Ray-Ban Display. El dispositivo es una evolución de sus primeras gafas con cámara que lanzó hace cuatro años de la mano del grupo francoitaliano EssilorLuxottica y de las que ha vendido millones de unidades.

Meta presenta las gafas Ray-Ban del futuro (y se quedan colgadas en la presentación)Marta Juste y Raquel Moreno

El fundador de Meta imagina un futuro en el que los usuarios no necesiten sacar el teléfono del bolsillo para estar conectados y que sea la inteligencia artificial la que se encargue de utilizar el dispositivo en nuestro nombre. En su visión, las gafas inteligentes -equipadas con cámaras, altavoces y micrófonos- no solo representan el hardware perfecto para aprovechar las capacidades de la inteligencia artificial, sino que además constituyen la mejor plataforma para experimentar con ella. "Las gafas son el formato ideal para la superinteligencia, porque te permiten estar presente en el momento mientras obtienes acceso a estas capacidades de inteligencia artificial que te hacen más inteligente, te ayudan a comunicarte mejor, mejoran tu memoria, mejoran tus sentidos y más", afirmó el empresario.

La gran novedad de las Meta Ray-Ban Display es que integran una pequeña pantalla en una de las lentes. Gracias a ella, el usuario puede realizar muchas de las tareas que haría con un smartphone habitualmente, como enviar mensajes, navegar por redes sociales, atender videollamadas o interactuar con un asistente de inteligencia artificial. Para controlarlas, Zuckerberg utilizó una pulsera que detecta impulsos eléctricos musculares y reconoce ligeros gestos de la mano, lo que permite manejar el dispositivo sin tocar las gafas ni el móvil.

Nuevas experiencias

El fundador de Meta confía en que a largo plazo las gafas acaben reemplazando a los iPhone de Apple y a los teléfonos Android de Google como el dispositivo informático principal de los usuarios en su día a día. A su juicio, los wearables ofrecerán una experiencia menos intrusiva y más inmersiva que el móvil al ser capaces de percibir nuestro entorno en todo momento. "Las gafas que entienden nuestro contexto porque pueden ver lo que vemos, oír lo que oímos e interactuar con nosotros a lo largo del día se convertirán en nuestros principales dispositivos informáticos", señaló Zuckerberg durante el evento.

La tecnológica anunció una nueva alianza con la marca Oakley para crear gafas con inteligencia artificial "para deportes de alta intensidad", que se integran con aplicaciones de fitness cuando se combinan con un reloj Garmin. "Meta está ampliando la gama y la funcionalidad de las gafas porque Zuckerberg cree que serán la mejor plataforma para experimentar la inteligencia artificial, mejor que el teléfono", señala el analista tecnológico Gene Munster en su blog. "Los wearables facilitan el acceso a la inteligencia artificial, y tener la inteligencia artificial siempre activa, procesando el mundo que nos rodea, nos hará sentir más inteligentes", agrega.

No obstante, el experto duda de que la compañía pueda convertir todo esto en un dispositivo de masas en el corto plazo. "Creo que las gafas se generalizarán, pero no por ahora. Calculo que no será hasta 2030 cuando alcance una producción anual de 50 millones de unidades. Con el tiempo, la oportunidad de los wearables con inteligencia artificial podría alcanzar los cientos de millones de unidades anuales", apunta Munster.

Altman-Ive

Meta no está sola en esta carrera por encontrar un sucesor del smartphone. Otros pesos pesados del sector tecnológico también están explorando nuevos dispositivos de hardware que integren la inteligencia artificial y transformen la forma de interactuar con la tecnología en su día. El más destacado es OpenAI que ha unido fuerzas con Jony Ive, el que fuera diseñador estrella de Apple y la persona que dio forma a productos icónicos de la marca de la manzana como el iPhone, el iPad y el Apple Watch, entre otros.

Johny Ive y Sam Altman buscan crear dispositivos con inteligencia artificial que reemplacen al teléfono.EXPANSION

En 2019, y tras 27 años dentro de Apple, Ive decidió abandonar la compañía para fundar su propio estudio LoveForm. Hace dos años, Ive comenzó a colaborar con Sam Altman y el equipo de OpenAI. Estos conceptos evolucionaron, dando origen a IO, la start up que ha terminado adquiriendo el creador de ChatGPT por 6.500 millones de dólares. Con este acuerdo, OpenAI busca marcar el comienzo de lo que denominan "una nueva familia de productos para la era de la inteligencia artificial general", abreviatura de una tecnología futura que alcance la inteligencia humana.

"Llevamos veinte años esperando el gran avance", afirmó Altman en mayo, cuando se anunció la adquisición. "Queremos ofrecer a la gente algo más que los productos tradicionales que llevamos usando tanto tiempo", agregó en referencia a los tradicionales smartphones.

Se conocen pocos detalles de los planes de Altman e Ive: se sabe que no será un teléfono ni unas gafas como las de Meta, sino algo más pequeño, compacto y ligero capaz de estar al tanto del entorno y la vida del usuario.

Se especula con que el dispositivo podría ser similar a un broche para llevar en la ropa similar al desarrollado por Humane, una start up creada por exejecutivos de Apple en la que Altman invirtió y que terminó cerrando al poco tiempo tras vender la mayoría de sus activos a HP. El AI Pin, como llamaron a este producto, se podía controlar hablando en voz alta, tocando un panel táctil o simplemente proyectando una pantalla láser en la palma de la mano.

Futuro

Con más de 1.200 millones de smartphones vendidos el año pasado, la posibilidad de que esta poderosa industria vaya a ser reemplazada en el corto plazo es remota. Para la mayoría de expertos y analistas, lo más probable es que los teléfonos inteligentes seguirán siendo el dispositivo mayoritario y convivirán con este nuevo hardware.

Todo indica que la forma en que usamos los teléfonos cambiará de manera drástica. Pasarán más tiempo en el bolsillo y menos en la mano, ya que la interacción se realizará principalmente mediante comandos de voz o diferentes gestos a través de la inteligencia artificial.

"El sistema operativo con el que estás acostumbrado a trabajar en un teléfono y las aplicaciones que inicias, la forma en que realmente haces las cosas, comenzará a desaparecer en un segundo plano, será tu asistente el que comenzará a hacer cosas por ti", explicaba Alex Katouzian, un ejecutivo de Qualcomm, en declaraciones recientes a The New York Times.



JAVIER G. FERNÁNDEZ
25 SEP. 2025 - 00:28
https://www.expansion.com/economia-digital/2025/09/25/68d4159e468aeb0b268b457b.html

Londres desaparece como plaza bursátil atractiva: la 'City' cae por debajo de Omán y casi empata con Grecia en salidas a bolsa

 

La 'City' de Londres desaparece como plaza bursátil. Foto: Reuters


  • Reino Unido ya no está ni entre las 20 bolsas que más capital reciben en salidas a bolsa
  • El hundimiento de la valoración media de la bolsa británica borra su atractivo
  • En 2013 Londres atraía más de la mitad de las salidas a bolsa en Europa: ahora es el 3%


Que Londres ha salido perdiendo como capital financiera de Europa por el Brexit no es una novedad. Desde el primer momento, los expertos advirtieron del daño que haría la salida del Reino Unido de la Unión Europea a la principal plaza bursátil del Viejo Continente, y las previsiones se han cumplido, confirmando los peores augurios. La debacle que ha sufrido la bolsa británica como principal destino europeo de las salidas a bolsa ha sido gigantesca, y el dato de 2025 no deja lugar a dudas: por primera vez en al menos 35 años Londres no aparece entre las 20 principales plazas bursátiles para salir a bolsa, según el volumen de capital de estas operaciones.

La 'City', término que se utiliza para definir la plaza financiera de Londres, está en sus horas más bajas. Si antes del Brexit era indudable el dominio que tenía la capital británica sobre los mercados europeos, y era el quinto mercado favorito de todo el mundo para salir a bolsa, una posición que mantuvo durante varios años, según los datos que recopilan PwC y EY, en 2025 esto ha desaparecido por completo. Reino Unido ya está por debajo de Omán en los 9 primeros meses del ejercicio, y ha caído hasta el puesto 23, por debajo de los 20 primeros destinos para salir a bolsa por primera vez en 35 años, según los datos que publica la agencia Bloomberg.

El deterioro de un año a otro ha sido notable, aunque Londres ya llevaba años perdiendo posiciones en el ránking: en lo que va de año la valoración total de las empresas que han salido a bolsa en Reino Unido ha caído un 69% frente al mismo periodo del año anterior, y se queda en 248 millones de dólares hasta la fecha, el dato más bajo desde que la agencia empezó a registrar estas cifras.

Las cifras que llegó a alcanzar Reino Unido en 2006, por en cima de los 51.000 millones de dólares, son ya un espejismo que, de conseguirse, se tardarán años y grandes esfuerzos para conseguir recuperar la confianza de los inversores.



El deterioro de la valoración hunde su atractivo

El Brexit se ha llevado por delante el atractivo de Londres como plaza financiera, y el principal problema no ha sido tanto el aumento de trámites burocráticos, o el atractivo general del Reino Unido como destino para emplazar las empresas en bolsa, si no las bajas valoraciones que mantienen las empresas que cotizan en la bolsa británica.

Cuando una compañía sale a bolsa, busca cotizar con la mayor valoración posible dentro de un rango realista, ajustado a sus múltiplos y a sus comparables. Y salir a bolsa en un mercado u otro tiene un impacto claro en este sentido: por el atractivo que tiene un mercado frente a otro, de media, las empresas que cotizan en una plaza determinada mantienen una valoración media más alta, o más baja, que las que cotizan en otros mercados. En esto afectan cuestiones tan importantes como la liquidez del mercado, la facilidad operativa, o los volúmenes de negociación que se manejan.

Es por ello que muchas empresas eligen salir a cotizar en Estados Unidos, ya que la valoración media de las firmas que cotizan en este mercado, el principal de todo el mundo, cuentan con múltiplos más elevados, normalmente, que en otros destinos. Este es uno de los argumentos (aunque no el principal) que siguieron empresas como, por ejemplo, Ferrovial, para defender su traslado a la bolsa estadounidense.

Y es que Londres ha dado un giro de 180 grados en cuanto a sus valoraciones frente al resto del mundo. A principios de 2016, pocos meses antes de que se produjese la votación a favor del Brexit, las empresas que cotizaban en el MSCI UK llegaron a mantener un diferencial de valoración positivo frente al MSCI World, tomando como referencia la ratio PER (multiplicador de beneficios). Así, el atractivo de Reino Unido para salir a bolsa era mayor al de la media mundial, algo que, sin embargo, no tardó en darse la vuelta.



Tras el 'sí' a abandonar la Unión Europea el PER medio al que cotizaban las empresas en la bolsa británica fue deteriorándose, y a finales de 2022 llegó a tocar las 0,6 veces en su comparativa con el PER del MSCI World. Ahora se mantiene en las 0,65 veces, un dato muy pobre frente a lo que mantenía la bolsa británica en el pasado.

Las cifras que demuestran cómo Londres ha desaparecido del mapa para las salidas a bolsa son dramáticas. Si en 2013 la 'City' atraía más de la mitad del volumen de valoración de las salidas a bolsa de toda Europa, ahora apenas supone el 3% del total.

Por el contrario, hay países que han conseguido disparar este año su peso en este frente: Singapur y México, por ejemplo, que el año pasado apenas tuvieron representación en este sentido, se han disparado en 2025: el país asiático alcanza ahora la novena plaza mundial, con 1.440 millones de dólares en valoración total de salidas a bolsa en su mercado, y México está en la posición decimonovena, con un dato neto de 460 millones de dólares.

En cuanto a España, en lo que va de año ocupa la decimosegunda posición, con 1.310 millones de dólares en total.

La lista de las veinte primas plazas las conforman, hasta la fecha, Estados Unidos, Hong Kong, China, India, Sudáfrica, Japón, Suecia, Corea del Sur, Singapur, Australia, Taiwán, España, Suiza, Indonesia, Malasia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Polonia, México y Canadá, en orden de mayor a menor valoración total en salidas a bolsa.


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jueves, 2 de octubre de 2025

¿Son los amores maduros más auténticos y profundos?

 


Lejos del tópico de que las relaciones tardías son descafeinadas, sin atracción ni enamoramiento, es una etapa en la que se sienten menos presiones estéticas, se muestra más vulnerabilidad y se tiene más experiencia, lo que facilita que las relaciones funcionen


La pareja formada por Pamela Anderson y Liam Neeson no cumple ninguna de las reglas exigidas para ser tendencia. Los dos actores pasan de los 50 años, lucen arrugas y no tratan de esconderlas bajo el maquillaje o los arreglos estéticos. Además, los dos cuentan con pasados tristes o escabrosos. Trayectorias vitales que solo parecen enderezarse en las películas con obligación de final feliz. Pero contra ese pronóstico, dan envidia mientras muestran al mundo que es posible encontrar el amor cuando el físico ya no importa tanto, cuando la performance sexual ha disminuido considerablemente por el paso de los años y cuando la industria te ha encasillado ya en la categoría de has been (los que han sido, pero ya no son).

Aunque exista la duda de si esta relación es fingida con el fin de promocionar el filme que ambos interpretan, Agárralo como puedas (2025), sea como fuere, el modelo de relación entre Anderson y Neeson provoca esta pregunta: ¿Son los amores maduros más profundos y auténticos? Ya sabemos que el amor y el sexo no tienen edad, pero nadie parecía muy convencido de que la gran pasión llegara con los años. Se tiende a pensar que ese regalo solo se ofrece en la juventud, y que las relaciones tardías suelen ser descafeinadas.

“En la edad madura tenemos más experiencia; la mayoría ha pasado por diferentes relaciones y, evidentemente, elegimos mejor, gestionamos con mayor acierto y aportamos más porque necesitamos menos. Es más fácil que las relaciones funcionen”, señala Antoni Bolinches, psicólogo, sexólogo, filósofo y autor de libros sobre sexualidad y parejas, como Psicoterapia para el mal de amores (Urano, 2024).

No debemos caer tampoco en el falso tópico de que la gente mayor está ya vacunada contra el enamoramiento, esa locura transitoria con tan mala prensa pero que tan buenos momentos proporciona. “El sentimiento de enamoramiento se da en todas las edades; aunque en principio es más difícil enamorarse de mayor porque hay ya una historia de vida (emocional y sexual), porque se es más consciente y realista y porque uno ya no se deja llevar tan fácilmente por las emociones y la pasión”, apunta por su parte Francisca Molero, ginecóloga, sexóloga clínica y terapeuta del Centro Máxima, en Barcelona. “Sin embargo, la idea de que se pueda estar viviendo el último amor, o el hecho de ser consciente de que se entra ya en un tiempo de descuento, puede incrementar la ilusión y el vértigo. Puede hacer que las dos personas lo vivan y lo verbalicen más, y lo vean como un regalo de la vida que se va acabando. Esto puede actuar como un verdadero afrodisíaco que active todos los sistemas corporales y que, en cierta manera, rejuvenezca temporalmente la respuesta sexual”, sostiene quien también es presidenta de honor de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y miembro de la Academia Internacional de Sexología Médica.

Más sensualidad, menos genitalidad

Como ese deseo irrealizable que formulan al aire los abuelos: “Me gustaría volver a los 20 años, pero con la experiencia y la sabiduría que tengo ahora”, los amores tardíos pueden celebrar la experiencia, pero echan de menos el vigor de la juventud. A veces, este es su gran miedo: no poder dar la talla, y algunos abortan el proceso antes de someterse a la prueba del algodón. “Es un momento decisivo y muy estresante, cuando la pareja, tras conocerse y gustarse, decide probar cómo les va en el terreno sexual”, cuenta el sexólogo Raúl González Castellanos, también psicopedagogo y terapeuta de pareja del gabinete de apoyo terapéutico A la Par. “Si los dos son de edades similares, jugarán en el mismo campo y tenderán a ser más comprensivos con las posibles limitaciones de los años. El impulso es el mismo y, si no hay ningún tipo de represión y la gente se da permiso, contamos con la gran baza de la experiencia y el hecho de tener más estrategias que antes. No olvidemos tampoco que en la madurez el sexo se vuelve menos genital y más sensual, lo que no quiere decir menos placentero”, subraya el sexólogo.

Si el deseo varía con los años o es el mismo es una cuestión en la que no todos los profesionales están de acuerdo. Para Molero, “el deseo de los 20 está más focalizado en las actividades sexuales, mientras que el de los 50, 60 y en adelante es más global, más caleidoscópico, más sofisticado y tiene más que ver con la pasión de vivir”. Una definición a tono con la que en su día enunció la escritora Marguerite Duras, cuando apuntaba: “No es tener sexo lo que cuenta, sino tener deseo. Hay demasiada gente que tiene sexo sin deseo. Me interesa lo que se encuentra en el origen del erotismo, el deseo. Lo que no se puede, y quizás no se debe, apaciguar con el sexo”.

Características del amor maduro

En una entrevista, la actriz Jane Fonda reconocía que, a pesar de su intensa vida sexual, las relaciones maduras le habían descubierto un nuevo y gustoso ingrediente: la intimidad. Para Bolinches, el amor profundo, que es más fácil que llegue a una cierta edad, se caracteriza por “un deseo de pervivencia, una comodidad relacional y una fusión afectiva. El paso del tiempo disminuye la pulsión sexual, entonces se valora más el acompañamiento, la ternura y el cariño”.

“Con los años, es probable que la comunicación mejore en la pareja, porque los filtros van cayendo, hay un lenguaje más claro y, en cierta manera, se van aceptando las limitaciones”, cuenta Molero, también directora del Instituto Iberoamericano de Sexología. “Ya no es tan difícil mostrarse vulnerable y eso puede ser algo altamente erótico. Al mismo tiempo, mujeres y hombres se liberan de la presión estética. Ya no hay que mantener el listón, lo que puede reconciliarnos con nuestros cuerpos, que finalmente aceptamos. Envejecer es ir desprendiéndose de las diversas capas que hemos construido, probablemente para protegernos, pero que no nos pertenecen. Así, nos vamos acercando a nuestro verdadero yo y ya no sentimos esa necesidad de fingir”, apunta la sexóloga.

Curiosamente, todas estas características son las que más nos acercan al sentir y al placer y, por tanto, a una mejor sexualidad. El gran problema para alcanzar el amor maduro, profundo y auténtico es el de encontrar pareja. Tarea nada fácil, incluso para los jóvenes en los tiempos que corren. “Las mujeres mayores de 50 lo tienen más difícil a la hora de encontrar hombres de su edad”, comenta Bolinches. “La sociedad todavía acepta la ventaja del salto generacional para el varón y penaliza a la mujer. Es muy normal que un hombre de 60 quiera salir con una mujer 10 o 15 años más joven y muchas lo aceptan. Lo contrario ya no es tan común, y las propias mujeres que salen con hombres más jóvenes se cuestionan más la diferencia de edad que ellos. No hay más que ver el ejemplo de Pamela Anderson y Liam Neeson, en el que él es 15 años mayor. Ahora bien, el varón que busca una chica más joven ha de ser consciente de que es probable que no le dure mucho, ya que la propia biología juega en su contra”.

En opinión de Molero, “no todos los hombres buscan mujeres más jóvenes”: “Cada vez se tiende más a buscar pareja estable de una edad similar, lo que facilita la comunicación, la convivencia, la creación de lazos porque los dos son de la misma generación, han compartido vivencias similares y una misma educación. Lo que sí ocurre en ambos sexos es que, a veces, cuando se tiene una determinada edad y se ha estado tiempo sin mantener relaciones sexuales, uno puede querer testarse y a veces se busca a alguien más joven para comprobar cómo se funciona en la cama. Si el paso del tiempo ha dejado su huella o si todavía se mantiene un cierto nivel”, añade.

La mecánica de la formación de las uniones varía un poco con los años. El sexo no suele ser la tarjeta de presentación de las parejas maduras. “A diferencia de lo que ocurre en el programa First Datesdonde por muy mayores que sean, lo primero en lo que se fija la gente es el aspecto físico o en la atracción sexual”, matiza González Castellanos, “en la vida real es más fácil que la gente más mayor se una porque se encuentra a gusto con el otro, por afinidades, por tener cosas en común o por compartir una visión de la vida similar. Sin descartar tampoco la atracción física o erótica”.

Cuando el otro nos gusta en posición vertical, se prueba como van las cosas en la cama. “Si hay algún problema o patología, no dudan en recurrir a un profesional”, aclara Molero, “entonces, se vuelcan por completo en solucionarlo. Hay ya muchas ayudas para paliar los síntomas del envejecimiento a nivel sexual; pero, además, es importante el hecho de que la gente, la pareja, transite hacia una sexualidad distinta, la de la madurez, que es distinta a la de la juventud”.


https://elpais.com/estilo-de-vida/2025-09-30/son-los-amores-maduros-mas-autenticos-y-profundos.html

La caída del imperio de los sueños: la presión política, el dumping fiscal y Silicon Valley atenazan a Hollywood

 

Jimmy Kimmel en una fotografía de archivo en la gala de los Oscar / Caroline Brehman - EFE


  • La Casa Blanca presiona a la TV y el cine patrio mientras amenaza con aranceles
  • El dumping fiscal entre países ha vaciado a California de producciones locales


La semana pasada la televisión y el cine vivieron un terremoto que recordó a la Caza de Brujas de McCarthy en los 50. El programa de Jimmy Kimmel era cancelado súbitamente tras más de 20 años en antena por la presión de la Casa Blanca. Después de un comentario sobre el asesino de Charlie Kirk, el mártir del movimiento MAGA en EEUU que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca, Disney ordenó la retirada inmediata del programa para sorpresa de toda la industria televisiva justo después de recibir una amenaza directa del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr: "Podemos hacer esto por las buenas o por las malas".

Los comentarios de Trump alabando la cancelación de Kimmel después de conocerse la noticia y advirtiendo a otros comediantes de que eran los siguientes desató la furia de la industria, el público, e incluso de miembros del Partido Republicano de la talla de Ted Cruz. La presión nacional se elevó tan alto que unos días más tarde Disney dio marcha atrás y recuperó la emisión del programa en la cadena ABC.

Más allá de las cancelaciones de Kimmel y del programa de Stephen Colbert —otro comentarista crítico con Trump cuya carrera terminará esta temporada— sobre Hollywood se extiende una inquietante sombra de adquisiciones de firmas auspiciadas por la propia Casa Blanca y sus acendrados aliados de Silicon Valley que amenazan la libertad de expresión de sus miembros.

El precio del poder

En esta historia se mezcla un entramado de intereses económicos, duelos fiscales, enemistades políticas y el ataque del poder a la libertad de prensa. Los ingredientes con los que sueña cualquier guionista de Hollywood. Pero que no tapan un problema que aprisiona a la propia industria californiana; Los Ángeles ha dejado de ser el (único) hogar de las estrellas que la colocó como una de las capitales mundiales.

El show televisivo de Kimmel era el único programa de los populares 'Late Night' grabado en un teatro de Hollywood. El resto hacía años que se encontraban repartidos por el país conforme la industria televisiva se iba deslocalizando. Si la pequeña pantalla se ha dispersado por el país norteamericano, la gran pantalla ha cruzado fronteras para disgusto del propio Trump, que un día ataca y el otro protege a sus producciones dependiendo de cómo sople el viento. Ayer mismo volvió a prometer, como ya hiciera en mayo, que establecería un arancel del 100% a las producciones extranjeras sin especificar cómo. No obstante, de ejecutarse la amenaza, el principal agredido no serían distribuidoras de Europa o Asia, sino la misma fábrica de los sueños norteamericana.

Los Ángeles es conocida mundialmente por albergar la reluciente industria del cine de EEUU. Sin embargo, el brillo de La La Land parece haberse terminado en los últimos años. Cada vez menos producciones se realizan en la capital californiana y los estudios llevan años deslocalizando sus rodajes —con los sobrecostes que conlleva— por la misma razón que moldeó a Hollywood: es más barato grabar en otra parte. "Las condiciones de rodaje son mejores fuera de EEUU debido a los incentivos fiscales", explica Elena Neira, profesora colaborada de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. "Si te ahorras costes en la producción, puedes desviar recursos a la promoción. Los grandes taquillazos de 350 millones de dólares necesitan aligerar la factura hasta el último centavo", añade la investigadora.

De la misma manera que las industrias pesadas mudaron sus fábricas a Asia, aunque mantuvieron sus sedes sociales en Occidente, Neira descarta que la deslocalización cinematográfica o televisiva implique una salida de los estudios. Pero eso no es suficiente para el gobernador demócrata de California, estado que lleva años tratando de recuperar sus producciones ante la competencia fiscal de otros rincones del vasto país norteamericano. Gavin Newsom impulsó este verano un plan de exenciones fiscales para Hollywood valorado en 750 millones de dólares con el que tratar de ganar la guerra por las estrellas (fílmicas). El plan inyectará dinero del contribuyente californiano en la poderosa industria cinematográfica y televisiva a costa de recortes en salud y servicios sociales.

Todos los hombres del presidente

En lo único que coinciden demócratas y republicanos es su deseo de que vuelvan las producciones a suelo norteamericano. Los medios, empero, divergen bastante: unos apoyan créditos fiscales y otros, una tejida red de fusiones y demandas a todo tipo de firmas. Y es la segunda receta la que está ganando esta guerra por el trono de Hollywood. Mientras la industria local del cine se muere en California, las multinacionales detrás de los mayores taquillazos en el cine y shows en antena siguen engordando sus cuentas. El siguiente paso en el capitalismo financiero ha sido entrar en una contienda de compras y absorciones. Es aquí donde tienen mucho que decir los hombres del presidente Trump, que tienen la última palabra.

El paradigma de estas adquisiciones ha sido la fusión de Paramount y Skydance. La primera es una de las majors históricas de EEUU. Un paraguas que agrupaba distribución, producción y estudios de cine y televisión a lo ancho de Estados Unidos. La segunda es uno de los estudios "independientes" más relevantes de los últimos años. Pero más importante es saber quién hay detrás de Skydance. Su fundador, David Ellison, es hijo del magnate Larry Ellison, fundador de Oracle y magnate en pugna con Elon Musk por ser el hombre más rico del planeta y el mejor amigo de Trump. IMDb estima que Ellison padre ostenta el 35% de los derechos de voto de la nueva corporación resultante, Paramount Skydance, mientras mantiene a Ellison hijo al frente.

Hasta aquí podría ser una trama corporativa más de un incipiente clan familiar. La relevancia de esta operación radica en que el responsable de autorizar la fusión era la FCC encabezada por Carr. El presidente del regulador federal es un declarado republicano que ha apoyado a pies juntillas a Trump. La opinión pública en EEUU da por sentado que tanto Carr como Trump solicitaron una lista de puntos para conceder su visto bueno:

  • Retirar a Colbert de antena tras una última temporada en la CBS, la misma cadena que luchó contra la caza de brujas de McCarthy en los 50.
  • Que la CBS, a su vez, pague 16 millones de dólares a Trump para cerrar un litigio judicial iniciado por el presidente de EEUU.
  • Establecer un defensor del espectador que mantenga la "imparcialidad informativa" bajo supervisión de la dirección.
  • Eliminar cualquier mención a políticas de inclusión laboral en la estructura organizativa de la compañía.

Tras cumplir con todos los requisitos, la FCC autorizó en julio la fusión valorada en 8.000 millones de dólares . Dos meses después, la nueva corporación ha avistado su próximo objetivo: Warner BrosParamount Skydance está preparando una oferta por la casa de los Looney Tunes que la situaría como el tercer mayor imperio audiovisual de EEUU, por detrás de Disney y Comcast.

Para la casa de Mickey Mouse también es importante tener contento al inquilino de la Casa Blanca. La campaña de presión de Carr para tumbar el programa de Kimmel señaló tanto a ABC, cadena que emite el show, como a las emisoras locales asociadas a ella. Después de que Disney decidiera restituir al comediante, dos conglomerados de medios locales, Sinclair y Nexstar, boicotearon la vuelta del show a la pantalla y durante varios días reconfiguraron la programación mientras el efecto Streisand daba alas al contenido censurado.

El propio Kimmel ironizó en su regreso sobre los intereses de Sinclair y Nexstar con respecto a FCC: ambas quieren comprar Tegna, otra plataforma de medios locales, y necesitan la autorización de Carr, es decir, de Trump, para ello. El resto de voces del sector, desde comediantes hasta actores, periodistas o directores que apoyaron públicamente a Kimmel, han destacado este trajín de intereses empresariales y políticos mientras temen un recorte de la libertad de prensa díscola con el Gobierno de EEUU que los señale. Trump ha exigido la cabeza de The New York Times por 15.000 millones de dólares y de Wall Street Journal por 10.000 millones acusándolas de difamar su imagen. ¿Cuál será el siguiente nombre en la lista de la Casa Blanca?